San Miguel del Cuarenta

Fiesta de Nuestra Señora del Refugio

45 años de la Diócesis, casi 100 años de Parroquia

 “Mira qué contenta estás toda rodeada de flores, pero más contenta estás rodeada de pecadores”

Siempre que recordamos el famoso nombre Del 40, no podemos olvidarnos de sus tradiciones, danzas, música y piedad. Pero, en lo profundo de la fe del pueblo, una persona toca el corazón, lo roba, lo embelese. Ella es María, Nuestra Señora del Refugio.

Es tradición en San Miguel del 40 que celebremos a la Patrona del Pueblo, la Señora de esta tierra, y aunque el Arcángel sea el principal, la Virgen roba el cariño de muchos que se reúnen para la fiesta.

La fiesta de Nuestra Señora del Refugio se celebra el día 4 de julio, por ser el aniversario de la Coronación Pontificia, concedida el día 4 de julio de 1719, por el Papa Clemente XI, bajo el título de Nuestra Señora del Refugio de Pecadores.

El novenario comenzó el lunes 26 de junio. Los fuegos artificiales, las campanas y el alba que nacía despertaron, como cada año, la fe del pueblo que se reunía para cantarle “Buenos días, Paloma Blanca”. En seguida comenzaba el Rosario de Aurora y la Eucaristía. Ya a medio día, el rezo del Angelus daba paso a las peregrinaciones campesinas y diversas celebraciones como la Misa de Unción de los Enfermos, las Primeras Comuniones y la Misa por los Hijos Ausentes.

Por la tarde, la gente de los distintos sectores se reunía para comenzar las peregrinaciones. Ni la lluvia, ni el viento, ni siquiera el granizo pudo detener la fe del pueblo que caminaba a los pies de Nuestra Madre. El sonido de la danza, las Aves Marías, el tambor y las porras llenaban las calles.

Durante el novenario, las temáticas de predicación de la Diócesis nos recordaban aspectos muy importantes para la fe: “Somos fascinados por el Señor, y quien recibe esta llamada debe de ser un testigo, en docilidad al Espíritu, en comunión con la Iglesia y lleno de motivaciones sobrenaturales. Por eso, nos hemos configurado como socios de Cristo en su proyecto de salvación, para ofrecer un servicio a la vida con el mismo fervor de los Santos. Así, lograremos una conversión pastoral, bajo el amparo de María, refugio de pecadores”.

En la Misa de Acción de Gracias por los 45 años de la Diócesis, el Sr. Obispo Jorge Alberto nos llamaba a la unidad, a la conciencia del paso de Dios en nuestras vidas, la riqueza de la esperanza y la fascinación por el nuevo caminar. Asimismo, nos invitaba a mirar de frente al futuro, a ver los 50 años que vienen. Por eso nuestra parroquia comienza un caminar hacia los 100 Años de Vida Parroquial (2020).

Diferentes Sacerdotes visitaron esta comunidad para agradecer, bajo la mirada de María Santísima, su paso por esta parroquia, su experiencia en este pueblo y la profunda cercanía con Jesús en sus vidas. Tuvimos la visita de los sacerdotes Pbro. Carlos Rafael; el Pbro. Miguel Aguiñaga, oriundo de esta tierra; el Vicario General Pbro. Ramón Orozco, quien renovó la institución de Ministros Extraordinarios de la Comunión; el Pbro. José Rodríguez, también hijo de esta tierra; el Pbro. Juan Miguel Delgado Torres; y el Pbro. Óscar Villarruel, quien prestó su servicio en la Cuaresma durante su año de diaconado.

Por la noche, la Kermesse y la música llenaban el pueblo de alegría.

El día 4, solemne fiesta, desde temprano las campanas, el rosario y el mariachi hicieron una sola alabanza con la Eucaristía para honrar a la Virgen. Todo el día pudimos apreciar la danza, la banda y la música en el atrio parroquial. Y en punto de las 7 de la tarde comenzamos la procesión con la imagen peregrina de Nuestra Señora del Refugio. Y para cerrar con broche de oro, la banda y la pólvora llenaron la noche.

Agradecemos al Sr. Cura Efraín Florido Antimo, al Pbro. Rigoberto Lemus León y al Consejo Parroquial por organizar estas fiestas.

“Virgen del Refugio, amante madre mía, en busca de consuelo me postro ante tu altar. Mi espíritu está firme, mi vida está sombría, pasaron sobre mi alma las noches del pesar. Por esa de niño y por el ardiente ruego, al lado de mi madre con ella repetí: Virgen del Refugio cuando a tus plantas llegue, Virgen del Refugio apiádate de mí”.

Por: Elisa Zambrano E.