Los miembros de la Asociación Mexicana de Canonistas; -asociación privada de fieles con personalidad jurídica reconocida en la Iglesia y que congrega a los estudiosos del Derecho Canónico que laboran en los Tribunales Eclesiásticos- se reunieron en la Casa Juan Pablo II para celebrar su XLI Curso de Actualización Canónica del 3 al 7 de julio de 2017; en el marco del Centenario de las Apariciones de la Virgen de Fátima, para reflexionar en los temas jurídicos de actualidad; en esta ocasión se contó con la asistencia de 190 personas, representantes de noventa diócesis de México y cinco de los Estados Unidos.

Entre los Conferencistas estuvieron los Pbros. Janus Kowal y Marcelo Guidi; Decano y Profesor respectivamente de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad Gregoria de Roma. Se abordaron principalmente temas en torno al Ministerio Judicial del Obispo Diocesano; el Derecho Penal en la Iglesia –enfatizando en la necesidad de erradicar el abuso sexual contra menores y en consecuencia en la creación de Comisiones Diocesanas para la tutela de menores y adultos vulnerables-; así como el proceso breve en los juicios de nulidad matrimonial.

En esta ocasión los canonistas recibieron al responsable de la Dimensión de Familia de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. Alonso Garza Treviño, Obispo de Piedras Negras; quien presentó las acciones pastorales que la Exhortación Apostólica Postsinodal del Papa Francisco Amoris Laetitia sugiere llevar a cabo para hacerle frente a los desafíos que enfrenta hoy el matrimonio y la familia; entre estos retos se encuentra el de hacer accesibles a los fieles los juicios de nulidad matrimonial. El Padre Kowal en su momento dictó una conferencia sobre “La Inclusión de los divorciados en la vida de la Iglesia Local”.

El Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola, junto con algunos de los canonistas participantes en el XLI Curso de Actualización Canónica en la Catedral de Nuestra Señora de San Juan.

En el Curso destacó la presencia del Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola; quien en su intervención quiso establecer un diálogo y respondió a preguntas planteadas directamente por algunos de los asistentes. Inició compartiendo las palabras que el Papa Francisco le dirigió antes de venir a nuestro país; indicó que le dijo: “México tiene un gran tesoro en su fe; pero si no se cuida ese tesoro se perderá en los próximos veinte o treinta años”; por lo que el Nuncio exhortó a fortalecer la catequesis infantil y la pastoral juvenil; aclarando que no se pueden hacer las cosas como siempre se han hecho, sino buscar la forma de fortalecer el trabajo pastoral.

El Nuncio se dirigió a los sacerdotes y les dijo que su actividad debe estar centrada en la oración y el Anuncio de la Palabra; que su impresión es que más que apóstoles parecen (parecemos, dijo él); funcionarios; y eso puede explicar la escases de vocaciones, y de nuevo insistió en la necesidad de dejar de hacer lo mismo que siempre se ha hecho; afirmó: “Seremos como Europa si no cambiamos, es urgente cambiar”.

En cuanto a las relaciones Iglesia-Estado; se refirió al concepto de laicidad en México, mismo que no se comparte en otro lugar del mundo; y si bien es cierto la Iglesia quiere que el Estado sea laico, es para que éste ponga las reglas y deje a las Confesiones hacer su trabajo con libertad. En nuestro País, dijo; los sacerdotes son ciudadanos de segunda clase, dadas las limitaciones a sus derechos desde la Constitución; por lo que se espera que: “se normalicen las relaciones Iglesia-Estado con respeto, sin inferencia y neutralidad por parte del Estado”.

También respondió el Nuncio a una pregunta en torno al llamado matrimonio igualitario; inició afirmando que la Iglesia tiene una doctrina clara en torno al matrimonio; pero que ciertamente el Estado tiene un problema porque debe pensar en todos los ciudadanos y no sólo en los católicos; por lo que sobre este tema hay que buscar una solución al margen de ideologías -desde las que no quieren nada, hasta las que quieren todo-; tratando de responder a los problemas reales. Aclaró que llamar matrimonio (que es donde se genera la vida) a una pareja homosexual por naturaleza es una confusión (esto al margen de la Iglesia), ya que implica nombrar de la misma manera a dos realidades que son diferentes. Dijo también que los Estados, para responder se han inventado una realidad nueva, llamada convivencia civil, etc., que asegura algunos derechos que pueden ser aceptables si una pareja homosexual vive por muchos años, como la seguridad social o la herencia; negarles estos derechos sería injusto. Como cristianos podemos pedir que el Estado responsa a esta realidad sin hacer confusión; el Gobierno no tiene motivo para impedir que vivan en pareja; pero no es matrimonio. Concluyó este tema recordando que el trato hacia estar personas debe ser respetuoso: “Son hijos de Dios y hay que respetarlos; tienen inclinación diferente que no les permite vivir el matrimonio pero eso no los hace menos que nosotros”. La Iglesia no tiene que oponerse al reconocimiento de estas parejas por parte del Estado. En cuanto a la adopción; precisó que es un derecho de los niños y no de las parejas hetero u homosexuales.

Finalmente, el Nuncio Apostólico también se refirió a la realidad violenta que vive México y a las desigualdades que marginan y tienen a millones en la miseria: “esto no es cristiano”, dijo; y relató que hace un par de semanas el Obispo y el Presidente Municipal de Puebla hicieron de su conocimiento que en ese Estado: “cada cuatro días hay una persona que muere de hambre… y somos católicos… Esto debería alarmarnos mucho, por esa gente, pero también por el nivel de nuestra fe. ¿Cómo podemos pensar que un joven quiera comprometerse con la Iglesia y aceptar esto?”.

Por otra parte; y en el contexto de las personas que tienen una inclinación sexual diferente; el Padre Kowal nos habló de los géneros “LGBTIQ y matrimonio en la Jurisprudencia de la Rota Romana”; concluyendo que quien se identifica con algún género no es apto para el matrimonio.

Cabe señalar que en este año, y dentro de la Asamblea General Ordinaria se llevaron a cabo elecciones para elegir al Presidente y al Consejo Directivo para los años 2018/2020; y se reeligió por mayoría de votos al Pbro. Lic. Ernesto David González Muñoz, de la Diócesis de Monterrey.

Si tomamos en cuenta que la actividad de los Tribunales Eclesiásticos se traduce en una verdadera Pastoral de la Justicia, resulta sumamente importante la cualificación de sus agentes, lo que nos lleva a valorar los Cursos de Actualización Canónica, de cuya XLI edición fuimos anfitriones en esta Diócesis de San Juan de los Lagos.

por: Lic. Francisco Javier Jiménez López 

Mayoría de los participantes del XLI Curso de Actualización Canónica. Fotografía: asomexcan