El pueblo mexicano en todos los desastres naturales que han afectado a los mexicanos ha mostrado una grande caridad para compartir su persona y lo que tienen con sus hermanos damnificados. Y su generosidad nunca se ha visto limitada ni siquiera por su pobreza para dar y para darse. En México, lo que ha sobrado siempre han sido manos para ayudar a los damnificados, manos generosas para atenuar su hambre, su sed, y el mínimo cobijo; y manos, también, eficaces y dispuestas hasta el heroísmo de rescatar a los que peligran la vida, exponiendo la propia vida.

Pues bien, este pueblo anónimo, ahora se ha visto omitido por los Medios de Comunicación Social, los más oficiales, estuvieron más preocupados por resaltar al Presidente de la República y a todo su escuadrón de “servidores públicos,” todos ellos pagados por el mismo pueblo para servir al pueblo, en estas situaciones de más necesidad.

Al aclarar esto, nadie quiere demeritar lo que hacen bien todos ellos, y más si lo hacen como mexicanos. Pero, hay que sentir mayor orgullo de la gran solidaridad y caridad del pueblo mexicano como tal. “Más honor a quien más honor merece.” El protagonismo ha sido y es del Pueblo Mexicano. Y los servidores públicos merecen un aplauso por el deber cumplido.

En estos días, se enturbió el ambiente, muy lamentablemente, cuando corrió el rumor de que algunos servidores públicos pretendieron corromper la caridad que el pueblo hace a los damnificados. Este rumor se hizo “viral” donde se dice que, en alguno de los Estados, se ha venido confiscando la ayuda que quieren entregarla los mismos que la dan. Dicen que la han llevado a bodegas del gobierno, remarcándolas como del DIF. ¿Acaso quieren politizarla?

Si esto es verdad, es vergonzoso que no se pueda hacer la caridad y dar la ayuda, directamente, por manos de quienes la dan. ¿Hasta la caridad va a ser motivo de corrupción? ¿Quién puede ordenar que sólo por medio de la Cruz Roja y de las instituciones del Gobierno se puede ayudar a los damnificados? ¿EN MÉXICO SÓLO SE PUEDE HACER LA CARIDAD POR LAS MANOS DEL GOBIERNO?

Jesús nos recuerda, lo que han olvidado nuestros políticos mexicanos: “QUE NO SEPA TU MANO IZQUIERDA LO QUE HACE TU DERECHA.”