Casa de la Misericordia: Centro de Salud Integral

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“Tomando en cuenta que, la gracia supone a la naturaleza como dice santo Tomás de Aquino, y la perfecciona. Dios actúa con nosotros. Somos parte de su acción salvadora, nos integra a su acción salvadora”. Son parte de las palabras que el sacerdote José Ramón Flores Contreras, Vicario de la parroquia del Perpetuo Socorro, en Lagos de Moreno, ofreció en entrevista al Mensajero Diocesano para dar a conocer qué es la Casa de la Misericordia, cuáles son los servicios que ofrece y cómo la gente puede acercarse a ella.

La Casa de la Misericordia es un Centro de Salud Integral inaugurado el 21 de septiembre de 2015. Dedicado a personas de bajos recursos, partiendo desde niños hasta personas de la tercera edad; los servicios que ofrece son: Terapia psicológica, el sacramento de la Confesión, nutrición y asesoría legal; así como la organización de distintos eventos para la formación y educación del público en general y que en ocasiones son fundamentales para recaudar fondos para el mantenimiento de la misma casa.

El proyecto de la Casa de la Misericordia nació entre los años 2014 – 2015, justo cuando el padre José Ramón estudiaba el penúltimo cuatrimestre de la licenciatura en Psicología en la UNIVA Lagos, fue entonces cuando algunos sacerdotes, sobre todo el Decano, comenzaron a motivarlo para aprovechar su licenciatura y buscar abrir un espacio físico donde las personas pudieran recibir atención desde el sacramento de la Reconciliación.

El sacerdote José Ramón Flores Contreras cuenta con experiencia en el tema, ya que había trabajado en un Centro de Salud Integral en el municipio de Tepatitlán, así como su estadía como misionero en África y algunas otras actividades que le han podido acercar al tema de salud integral para el más necesitado, por lo que su propuesta para ese lugar físico de atención fue de abrirlo más, es decir, una casa donde la gente no solamente fuera perdonada, sino también curada. Propuesta aceptada para trabajar con el proyecto de la Casa de la Misericordia, Centro de Salud Integral.

“La ciencia, en este caso, es un instrumento. Los milagros se hacen a través de los medios humanos que Dios nos da, la ciencia hace milagros, porque Dios nos dio esa capacidad de hacer ciencia. Entonces yo propuse abrir una casa en ese sentido, porque la gente no solamente necesita ser perdonada, sino ser curada, y fue de esa manera que ellos aceptaron y comenzamos a trabajar”, explicó el sacerdote José Ramón.

Comenzando de la necesidad de que el cuerpo humano también necesita ser cuidado, en la Casa de la Misericordia se trabaja partiendo de la unificación de la antropología cristiana, y los servicios ofrecidos son: Terapia psicológica, el sacramento de la Confesión, asesoría legal y la nutrición; sin embargo, de esta última, se ofrece además consulta especializada con un médico internista a quien le sea necesario.

“Va dirigido a la gente que menos tiene. A los más pobres, a los que no te pueden pagar una terapia, una consulta. Sin embargo, no se le niega el acceso a alguien que tenga más recurso, pero sí se les invita a que nos ayuden un poco más”, expresó el presbítero José Ramón.

Así mismo, las actividades en la Casa de la Misericordia se han intensificado debido a la interacción de más personas, tal es el caso de los grupos de la tercera edad; distintos talleres, conferencias y una cena de bienhechores.

“Abrimos la Casa para muchas cosas. Por ejemplo, la gente de la tercera edad ocupaba un lugar y estaban batallando y fueron y me dijeron que si los podía aceptar. Y claro. Las puertas están abiertas, además de que se integran muy bien con el servicio de algún colegio, les mandan chavillos y hay buena integración; trabajan durante todo el año. Les va muy bien, porque les dan ganas de seguir viviendo”, reiteró el padre José Ramón.

El factor humano de la Casa Misericordia es un tema importante a tratar, debido a que los profesionistas que aportan sus servicios no reciben un salario, sin embargo, no es una limitante para atender a quiénes necesitan los servicios, por lo que en la Casa de la Misericordia se reciben personas no solo de Lagos de Moreno, sino de Encarnación de Díaz, San Juan de los Lagos, San Miguel del Cuarenta, La Unión de San Antonio e incluso de León, Guanajuato.

“Es importante señalar que no está únicamente para los católicos. Si llega alguien que no es católico es bien recibido, pero sí que tenga en cuenta que nuestra visión es cristiana católica, pero no se le cierra la puerta a nadie. Lo importante es ayudar, dejar que se vea el rostro misericordioso de Dios Padre”, explicó el presbítero.

Aunque la Casa de la Misericordia atiende diariamente, también es necesaria la unión de colaboración en todos los aspectos, partiendo de lo más importante, los profesionistas que apoyen a más personas, ofreciendo una o dos horas a la semana de su tiempo con la firme convicción de ayudar a su prójimo.

“Yo quisiera mandar un mensaje a los profesionistas, en este mundo materialistas, que sepan ser solidarios y serviciales; que es ahí donde podemos ver a Dios, además de la Eucaristía, verlo encarnado en nuestras acciones humanas y solidarias”, invitó el sacerdote José Ramón.

Si te sientes solo, deprimido, con tendencia suicida, quieres dejar atrás algún tipo de vicio; superar un duelo, problemas familiares, de pareja, o simplemente estás interesado en conocer o apoyar en la Casa de la Misericordia, no dudes en ponerte en contacto a través de su dirección geográfica en calle Licenciado Primo de Verdad número 193, en la Zona Centro de Lagos de Moreno; sus horarios de atención son de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas y de 16:00 a 20:00 horas, con excepciones eventuales de apertura en día sábado.