El “Recalentado de Navidad”

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Los mexicanos no desperdiciamos el gran banquete de Noche Buena, el “recalentado,” será la comida de Navidad. Y es que la Navidad debe ser una oferta que no debe terminar.

¡Qué alegría ver a la familia reunida en torno a la mesa para gustar, sabroso, el recalentado! ¡Qué bien sentir, de nuevo, el calor del hogar! Todos tenemos pláticas pendientes para sanar heridas o despertar sonrisas. Tenemos una oportunidad más para decir: “te quiero… te extraño… te necesito…” para no sentir después un fuerte dolor de alma por no haberlas dicho a tiempo. Y el recalentado es una magnífica oportunidad. No callemos cuando debemos hablar. El recalentado es un tiempo ideal. ¿Cuándo podremos, de nuevo, estar juntos… y con ganas de platicar?

El recalentado nos enseña que: ¡Hay que volverse a reunir la familia, antes y después de la navidad!

Si todos hacen un balance personal, ¿por qué las familias no lo harán? Por eso, a la cena de noche buena y al recalentado de Navidad, viene el fin de año con todo lo que dejamos atrás y con lo que no podemos olvidar. Y no será un año realmente nuevo, si no tenemos sueños compartidos, propósitos jurados y muchas ganas de empezarlo bendecidos por nuestra familia. Así que… juntos como familia: ¡Feliz navidad y feliz año nuevo!, lleno de bendiciones, trabajando por nuestra prosperidad, sin olvidar la de los demás.