Año 2018… Un nuevo empezar con esperanza

0
3565

El pasado ya no regresa. Por eso, no hay que mirar atrás, siempre hacia adelante. No estemos tristes porque se acaba nuestro tiempo, porque nuestro final no tendrá final. Así nos lo confirma la esperanza cristiana: creemos y esperamos un mundo futuro, feliz y nuevo, que sea para siempre. Claro está que esto no puede ser sin Dios. Por eso, tiene mucha razón la sabiduría del pueblo que dice: “Primero Dios” o “Dios por delante” o “Si Dios nos presta vida y licencia”.

Hay que empezar, pues, este año 2018, “Primero Dios,” con esperanza. Pero la esperanza no es pasiva, ni solo viene de Dios. Tiene que ser construida con nuestras propias manos, porque “somos los arquitectos de nuestro propio destino.” Por tanto, no dejemos que otros decidan por nosotros. No hay mala suerte sino malas decisiones. Y Dios no hará lo que a nosotros nos toca hacer. Todos tenemos un compromiso personal.

Empecemos, pues, con gozo el año 2018, porque todo es nuevo, no seamos nosotros los viejos. Pongámonos en guardia, con las manos inquietas para enfrentar nuestros retos, con los pies impacientes por seguir caminando, y con los ojos puestos siempre en el horizonte, donde se junta el cielo con la tierra y no se puede más que adivinar lo que no vemos, pero con firmísima fe, esperamos.