Visita del señor obispo Pedro Vázquez a Yahualica

0
2445

La tarde del martes 9 de enero de 2018, Yahualica recibió con gusto a Monseñor Pedro Vázquez Villalobos; las campanas a vuelo anunciaban que estábamos de fiesta por la visita de quien compartió sus primeros años de ministerio en nuestra parroquia de san Miguel Arcángel; de octubre de 1980 a julio de 1990; después de un año en San Diego de Alejandría, donde fue su primer destino.

El señor Obispo Pedro Vázquez, nació en este municipio (Rancho de Vázquez, parroquia de nuestra señora del Rosario en Huisquilco, delegación de Yahualica). Así que varios de sus familiares cercanos estuvieron presentes en la celebración eucarística que tuvo lugar a las siete de la tarde en el templo parroquial de san Miguel.

Desde su llegada al pueblo y al entrar al templo, no cesaron las muestras de cariño de las personas que a su paso lo saludaban, besaban su mano, aplaudían, pedían su bendición… todos contentos por volver a verlo.

En la homilía, el señor Obispo, expresó su agradecimiento y compartió que le sorprendió ver la bendita imagen del Señor del Encino, imagen que desde niño es muy querida por él; y le sorprendió verla, ya que en este tiempo está en el templo de San Antonio en su novenario de despedida; pero por ser una ocasión especial, fue traída la imagen expresamente, para que junto con la imagen de la virgen del Rosario de Huisquilco, lo acompañaran en su acción de gracias.

En la homilía nos dijo: “Para mí es de grato recuerdo el estar aquí, me llena de gozo; y agradezco a Dios porque me permitió vivir en este lugar durante diez años. Veo que han embellecido aún más este templo hermoso”.

También recordó algunas anécdotas vividas en este lugar. Compartió además su experiencia con la diócesis que le ha sido confiada: Puerto Escondido en Oaxaca, expresó, entre muchas otras cosas, lo siguiente: “Soy muy feliz en medio de un pueblo pobre, de una grande piedad y religiosidad, tengo solo 45 sacerdotes en toda la diócesis, tenemos que visitar  750 pueblos, la mayoría en la montaña, donde tiene que irse uno por terracería, pero soy feliz de andar en la montaña, ¡es hermosa! estoy contento de estar allá; así como estuve feliz entre ustedes; le doy gracias a Dios. Que nuestro Señor, los siga bendiciendo, gracias por todo su cariño, por su oración, que Dios lo siga acompañando”.

Después de la bendición, se tomó la tradicional foto del recuerdo y siguió saludando a las personas que con gusto se acercaban.

Señor Obispo Pedro: Que el Señor del Encino lo acompañe por aquellas lejanas tierras y haga fructífero su ministerio episcopal.  Gracias por regresar a casa.