Opinión

Despenalizar el aborto… ¿Retroceso o avance?

By Mensajero Diocesano

August 17, 2018

El reciente 9 de agosto agradecieron en Argentina a la Virgen de Luján la victoria de la vida tras el rechazo al proyecto de la ley del aborto por parte del Senado argentino, con una corta mayoría.

Esta lucha, a nosotros los mexicanos, nos debe hacer pensar que todo defensor del hombre y de su dignidad, hoy, debe estar en contra del aborto porque siempre merece un ser humano la preciosa vida, aunque todavía no haya nacido.

Además, resulta contradictorio promover instituciones de derechos humanos que defiendan a la fallida madre y no al indefenso ser humano no nacido. ¿Acaso deja de ser humano, el no nacido, simplemente por llamársele “producto.”?, ¿cómo entender que se considere tan injusta la pena de muerte para un criminal y al mismo tiempo se considere legal matar a un inocente no nacido, contando con la ayuda de un gobierno cómplice?

Hoy, por hoy, el progreso y el estar en vanguardia sobre los Derechos Humanos encuentra a dos mitades opuestas en promover o en impedir la despenalización del aborto y otros derechos similares, naturalmente imposibles, sin ocuparse nada, en el caso del aborto, en las dolorosas consecuencias de salud mental, emocional y espiritual para quien lo realiza.

Lamentablemente los gobiernos liberales, de hoy, todos obedecen a quienes les mandan promover estas leyes que van abiertamente en contra del hombre. Y promueven una educación sexual que no educa ni promueve a la responsabilidad de las acciones sexuales que deberían estar por encima del placer, para sí mismos, para estar a favor del amor y del gran respeto a la vida del que puede nacer y tiene el derecho, si es engendrado, a la vida, sin importar el tiempo.

Debería legislarse el aborto desde las mayorías, ellas aman y respetan la vida. Los legisladores deberían reconocer que no fueron abortados y nunca pensaron sus padres que fueran abortistas.

Desde nuestra ecología mundial debería defenderse a la humanidad en todo lo que atente contra la preservación, en primer lugar, de la vida humana. Optar por el aborto es optar por una cultura de muerte. Y siempre será un retroceso.