Estimados hermanos, iniciamos el mes de agosto y con él nuevas etapas y situaciones. Quiero invitarles a pedir y apoyar a los jóvenes, pues el día 12 es el día en que eclesialmente dedicamos a orar más y celebrar directamente a los jóvenes. Hagamos algo más por ellos. Les deseamos lo mejor a quienes reinician sus estudios, a quienes inician sus trabajos o la búsqueda del mismo; y a todos los seminaristas que ya entran a su formación en la casa seminario.
Así mismo les invito a considerar a todos los hermanos mayores, pues en este mes se fortalece la invitación a apoyarles, darles tiempo y cuidados, aprender de su sabiduría, en una palabra: amarles.
El Santo Padre Francisco ha pedido que en este mes pidamos y demos más amor a nuestra familia; que nadie se sienta fuera de la familia donde Dios te ha hecho nacer y crecer.
Como vemos hoy Dios Padre nos llama a considerar de modo especial nuestro ser y el de nuestros seres queridos, como vemos en la revelación bíblica: entre mejor sea el trato entre todos, mejor es la madurez y desarrollo de todos y de toda la sociedad.
Termino invitándolos a vivir este quincenario de la Virgen de la Asunción; que sea para fortalecer nuestra confianza en Ella y sea para acercarnos al Evangelio que es Cristo mismo.
Con mis oraciones y mi bendición:
+ Mons. Jorge C. A.