Entendemos por itinerario como aquella ruta o camino a seguir, con sus paradas y descripciones necesarias. Nuestro seminario también cuenta con un itinerario, pero, antes de continuar hablando de ello, partimos de la voz del pueblo, la voz de nuestra gente, de nuestras familias, las cuales siempre que se encuentran con un seminarista nos preguntan: ¿cuánto te falta para ser padre?, ¿cuántos años estudian?
Y sin duda que el camino sí es largo, pero cuando se ama la meta se disfruta el camino, aunque si son algunos años, estos no se vuelven una monotonía cuando se van disfrutando, cuando se van entregando.
Ahora bien, la Congregación para el Clero, en el Vaticano, en el año 2016, actualizó las normas básicas para la formación sacerdotal y publicó el documento El Don de la vocación presbiteral, Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis, también conocido como la nueva Ratio. En dicho documento se marca un itinerario básico para cualquier seminario en el mundo, sin embargo, en el numero 10 especifica que cada obispo diocesano, ayudado del equipo formador deben elaborar un proyecto de formación integral para los candidatos al sacerdocio, que es a lo que se le llama como itinerario formativo.
Una vez que esto ha quedado claro, es momento de hablar a grandes rasgos, y de una manera sencilla del itinerario de nuestro seminario diocesano, para esto, primeramente, hay que mencionar que el seminario en nuestra diócesis se llama menor o mayor; menor para los jóvenes que deciden estudiar la preparatoria ya con miras a la formación sacerdotal. Y seminario mayor llamamos a la estructura básica para una formación claramente de un futuro sacerdote. En ámbito académico es en el seminario mayor donde se estudia la filosofía (por tres años) y la teología (por cuatro años). Sin embargo, la formación sacerdotal no es solamente académica, es una formación integral, distribuida en 4 dimensiones elementales: dimensión humana, dimensión espiritual, dimensión intelectual y dimensión pastoral. Estas cuatro dimensiones se van trabajando en conjunto durante todo el proceso formativo.
Hablando, finalmente en tiempos y estructuras, a grandes rasgos se puede hablar de nueve años de formación inicial para un candidato al sacerdocio: un año de propedéutico (conocido anteriormente como curso introductorio), tres años de la etapa discipular (conocido como la filosofía), un año de etapa intermedia (o de servicio pastoral), cuatro años de etapa configuradora (conocido como teología).
Hasta aquí, hablando de manera sencilla, hemos llegado al final de este artículo, para después seguir compartiendo más del itinerario formativo de nuestro seminario.