Santo Domingo de Guzmán Garcés, nació en el año 1170 – en Caleruega – Reino de Castilla (España) y falleció el 6 agosto de 1221 en Bolonia – Sacro Imperio Romano Germánico.

Fue canonizado por el Papa Gregorio IX en el año de 1234. Es patrono de la provincia de Burgos. Gran difusor y predicador del Santo Rosario. Fundador de la Orden de Predicadores, más conocidos como Dominicos.

La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo a rezar el Rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe.

Domingo de Guzmán era un santo sacerdote español que fue al sur de Francia para convertir a los que se habían apartado de la Iglesia por la herejía albingense. Santo Domingo trabajó por años en medio de estos desventurados. Por medio de su predicación, sus oraciones y sacrificios, logró convertir a unos pocos. Pero, muy a menudo, por temor a ser ridiculizados y a pasar trabajos, los convertidos se daban por vencidos. Santo Domingo dio inicio a una orden religiosa para las mujeres jóvenes convertidas. Su convento se encontraba en Prouille, junto a una capilla dedicada a la Santísima Virgen. Fue en esta capilla en donde Domingo le suplicó a Nuestra Señora que lo ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada.

La virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un Rosario y le enseñó a Domingo a recitarlo. Dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias.

Fuente: diosysantidad