La Iglesia Católica vive el mes de octubre dedicado especialmente a despertar el Espíritu Misionero Universal en todos los fieles. Durante este mes, llamado “ Mes de las Misiones” se intensifica la animación misionera. La Iglesia invita a los cristianos del mundo entero a tomar conciencia de su responsabilidad común frente a la evangelización del mundo. Para ello anima misioneramente a todos los fieles, informándolos acerca de las misiones en el mundo entero, de sus necesidades y de la importancia y urgencia de participar activamente en ella.

El mes de octubre tiene un fuerte significado para la Misión, puesto que fue en este mes, que se descubrió el continente Americano, abriendo así una nueva página en la historia de la Evangelización.

Existen dos tipos de misión en nuestra vida.

 Uno.- La que refiere a la vida como hijos de hombre: en esta se engloba personalidad, familia, cultura, tradición, educación, relaciones, profesión, intelecto, etc.

Dos.- La que refiere a la vida como hijos de Dios.

En esta se engloba el alma y el espíritu.

Muchas personas identifican el concepto de misión, o de misionero, solo con aquellas obras o personas que ayudan a los pobres en países lejanos. Sin embargo la misión, cuando es cristiana, bíblicamente hablando, incluye obras que hacen personas en nuestra ciudad, a nuestro alrededor, personas y obras cercanas.

La salvación del alma para la vida eterna, y la ayuda aquí en la tierra, nunca deben separarse de lo que es la misión.