Dieciséis sacerdotes de la Diócesis de San Juan de los Lagos agradecieron en Catedral Basílica su 25 aniversario de Ordenación Sacerdotal recordándole a la feligresía que no han dejado de ser hijos, hermanos y amigos, y que todos los días buscan ser fieles a Dios a pesar de las debilidades.

La celebración solemne fue presidida por el Obispo de la Diócesis de Tacámbaro, Gerardo Díaz Vázquez, y concelebrada por Jorge Alberto Cavazos Arizpe, Obispo de la Diócesis de San Juan de los Lagos; Juan María Huerta Muro, Obispo de la prelatura territorial de El Salto, Durango; y el Obispo Emérito también de la Diócesis de San Juan, Felipe Salazar Villagrana.

Acompañado de familiares y amigos, así como sacerdotes de la diócesis, el pasado jueves 3 de mayo, recordaron aquel sábado primero de mayo de 1993, cuando aceptaron, con todo el corazón y voluntad, seguir a Cristo y apacentar sus ovejas.

La homilía estuvo a cargo del presbítero José Luis Aldana Wario, quien expresó su agradecimiento a Dios por estos veinticinco años de entrega, recuerdos y trabajo; dedicatoria con alusión a María Santísima, a quien suplicó su cobijo y abrazo en esta nueva etapa de sus vidas sacerdotales.

“Pidan a Dios para que nos dé esa madurez, ese equilibrio, ese sentido de tener y del amor a nuestra vocación. A la Virgen Santísima, a ella le decimos siempre en las letanías que es la causa de nuestra alegría y que es la reina del cielo, quisiera que le pidiéramos esas dos cosas; quisiéramos ser sacerdotes alegres. Un sacerdote feliz es el mejor promotor vocacional; un sacerdote que vive con entusiasmo. No quisiéramos ser solterones amargados ni personas que viven cobrando la factura de las renuncias que pudieron haber hecho. A la Virgen Santísima le pedimos que nos enseñe a sonreír, a transparentar la frescura del Evangelio que el mundo necesita”, indicó el sacerdote, párroco de la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción en Lagos de Moreno.

Al finalizar la celebración Eucarística, los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales frente a Monseñor Jorge Alberto y recibieron un detalle para recordar durante todos los días de su vida a la Santísima Virgen de San Juan de los Lagos; así mismo, fue el sacerdote Francisco Javier González González quien agradeció a nombre de sus compañeros de generación e invitó a la feligresía a seguir orando por su ministerio.