Que haya gracia y paz de Dios en sus vidas

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Queridos hermanos, avanzamos hacia la Pascua y damos gracias al Señor misericordioso que nos sigue dando muestras y oportunidades para encontrarnos con Él y convirtiendo nuestro corazón a su Evangelio vivamos la caridad, la justo y la paz. Perseverar en nuestras prácticas cuaresmales nos hace, por un lado, encontrarnos con Dios, ponernos con gusto frente a Él y su amor. Por otro lado, nos da la certeza de que podemos lograr muchas situaciones nuevas a nivel personal y de cada comunidad.
Quiero hacer mención al quinto aniversario del Pontificado de nuestro papa Francisco. Agradecemos a Jesucristo, Buen Pastor, que nunca abandona a su rebaño (la Iglesia), el pastoreo tan oportuno que nos da su vicario en la tierra: el papa Francisco. Recordemos cuánto nos ha invitado a renovarnos , a vivir y fomentar la alegría del Evangelio.

Tengamos presentes que al ser Iglesia en salida debemos atraer a los más alejados a Cristo; saber cuidar nuestra casa común y así en toda las áreas de la vida y sociedad: llevar la paz y el amor de Dios.

Ha promovido los sínodos sobre la familia, y este año el de la juventud, buscando que todo bautizado les demos más tiempo, así como a los más pobres y necesitados. Pidamos por él y unidos a sus proyectos estemos unidos a la voluntad de Cristo para la salvación del género humano.

Queridos hermanos, sigamos caminando con la mira puesta en la Pascua, tiempo que mostrará la alegría de haber logrado algo nuevo según Dios en nuestra vida, familia y sociedad.

Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge. C. A.