Segunda parte
No hemos de tener un método de evangelización puesto únicamente en lenguaje nuevo, sino que deberá ser algo más. Sé que hasta ahora se han hecho intentos de tener en esta diócesis un buen plan pastoral, pero percibo que han sido pocos los ilusionados por éste. De hoy en adelante quiero que todos, revisado el plan de pastoral diocesano, tratemos de evangelizar desde él. Es necesario que todos seamos solidarios en el conocer la doctrina con la que la Iglesia actual de América Latina nos ayuda a afrontar nuestra realidad. Debemos ser solidarios al hacer el diagnóstico pastoral de la realidad. Y, finalmente, debemos ir decidiendo los pasos firmes a dar para ésta (nuestra realidad) sea evangelizada.
Y en esto participar todos, nuestro plan pastoral no debe quedar como una hermosa obra elaborada desde un escritorio y lista para ir a ocupar un lugar en nuestra bibliotecas, sino que deberá ser un plan vivencial, como resultado del trabajo investigador de todos, que se plasme en acciones concretas en las que los sacerdotes no seamos administradores, sino evangelizadores, las religiosas no sean solamente buenas maestras o enfermeras o ayudantes de los sacerdotes, sino optimistas evangelizadoras, y en el que los laicos no se concreten a recibir órdenes de arriba, sino que pongan su capacidad, que es mucha, en ir primero ayudándonos a planear, y luego a realizar la evangelización de nuestras comunidades y pueblos.
Este es nuestro reto, que hoy debemos asumir llenos de gozo: edificar una nueva Iglesia potosina que, así como en el pasado llenó este territorio de torres y de cúpulas, signo de la fe de nuestros antepasados, hoy se vaya llenando de grandes evangelizadores, signo de nuestra entrega a Cristo como servidores de su Iglesia.
Pienso que nos esperan tareas muy concretas.
El objetivo de nuestro trabajo organizado en nuestra diócesis se San Luis será, para principios de 1988, “tener un plan de pastoral actualizado que unifique y dinamice a la diócesis haciéndola trabajar en una verdadera pastoral de conjunto”.
Hermanos: Ojalá hoy todos asumamos el compromiso de lo que es mi deseo al llegar a esta importante jurisdicción potosina: la unidad en un proceso de evangelización nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión. Así sea.
ORACIÓN PARA PEDIR A DIOS POR EL OBISPO ELECTO
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por medio de tu Hijo querido elegiste al apóstol Pedro y a los demás apóstoles para fundar tu Iglesia, y has confiado a sus sucesores, los obispos, como pastores propios de una porción de tu rebaño.
Te pedimos, que llenes de tu Espíritu al Pastor que nos has elegido, para que apaciente con la verdad de tu Evangelio, lo alimente con la celebración de tus sacramentos, y lo conduzca por el camino de la caridad con la entrega generosa a su servicio.
Ponemos esta súplica en las manos de Nuestra Señora de San Juan, Madre y Patrona nuestra.
¡María Madre
de los sacerdotes,
ruega por ellos!
