Hemos celebrado la fiesta patria del inicio de Independencia, que resulta una gran experiencia de alegría e identidad nacional. Cada situación de la celebración nos lleva a considerar nuestros valores mexicanos y, así mismo, el ser auténticos ante una cada vez mayor globalización de una cultura despersonalizante. Por ello hoy, tras las fiestas, somos llevados a revalorar nuestro ser mexicano y lo que queremos que se vaya logrando para ser mejores . Ser mejores quiere decir: poner a cada mexicano en su dignidad y hacer de lo que nos corresponde a cada uno un camino de esperanza para todos. Como Iglesia, mediante religiosas y religiosos, mediante muchísimos laicos y sacerdotes, se atienden desde hace muchos años a quienes más necesitan y se ha generado una cultura llena de riquezas morales y espirituales. Sigamos haciendo que los valores del Reino hagan más grande a México haciendo que el Evangelio llegue a todos.

Siguiendo en el mes de la Biblia les insisto en la lectura – meditación de la misma, quien conoce la historia de la salvación conoce el mejor camino para realizar su vida y fortalecer una vida social mejor. Por ejemplo hoy les invito a rezar con los salmos, estas oraciones son cánticos inspirados por Dios que se recitan en ambientes de oración en distintas circunstancias, por ello hay salmos de alabanza, los hay de acciones de gracias, súplicas , meditación. La próxima semana es la Semana de la Biblia en nuestra diócesis; estemos atentos a los que nuestras comunidades proponen sobre este don de la Biblia.

Estamos dando a conocer en estas ediciones del Mensajero Diocesano a las Comisiones con sus vocalías y así mismo los Comisionados y encargados para ir descubriendo la riqueza de nuestra amada diócesis.

Felicito a todos los sacerdotes que han llevado sus ejercicios espirituales, su estar con Dios en este espacio espiritual redundará en muchos beneficios para ustedes y sus comunidades. Así mismo felicito a quienes no han podido asistir y ahora tienen ya considerado hacerlos grupalmente en otro momento; así mismo haré yo en este mes de octubre.

Encomendándoles a María Santísima de San Juan les bendigo.

Con mis oraciones y mi bendición:

Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge. C. A.