Por: J. DiegoVázquez Valle
El amor más que un sentimiento, es una persona, es nuestra persona misma, es el mismo Dios encarnado y, hemos abandonado este magnifico hacer. Esto no sólo como Cristianos (que es todavía el más triste de los casos), sino como humanos. Son muchas las variables que nos han llevado a alejarnos del amor, a alejarnos de Dios, pero esto no quiere decir que ya todo esto fue perdido, sino que la solución está en nosotros mismos, en Dios y los medios que el nos pone para su encuentro, esta es otra forma de volver a Dios.
Con todo lo que se está viviendo, sabemos que nuestra Crisis Antropológica es sumamente peligrosa para el hombre de hoy, pero no por ello imposible de superarla, pues la semilla del amor, aunque por más pequeña que este, la tenemos puesta en el corazón del hombre; esto por la providencia de Dios, es decir, el amor, que es la solución al problema de la existencia humana, lo podemos despertar, ya lo traemos en nuestro kit de personas, Dios que es amor, nos ha otorgado este magnifico Don, y con el amor podemos amar, y después amar más; sólo así se construye el reino de Dios y podemos derrumbar el reino del mal. La roca firme para construir es el amor, y en el mal no está esa roca firme; entonces, como humanos, ya llevamos ventaja.
Te propongo tres claves para volver al amor
de Dios:
1.Primero ama, todo lo que hagas hazlo con amor, tus pensamientos llénalos de la palabra “AMOR” y siempre pregúntate: ¿cómo puedo amar a esta persona, a esta sociedad, a la creación en general de Dios, a mi propia vida? Y con esto, verás que poco a poco lo negativo de tus pensamientos cambiarán por ver todo como lo ve Dios.
2.Segundo enamórate de la palabra de Dios, no significa que seas un exégeta de las sagradas escrituras, sino que con lo que leas al día, trates de hacer tu Lectio Divina, lleves esa palabra en tus pensamientos y la hagas vida, que con el sólo echo de hacer esto, los resultados serán impresionantes en tu persona.
3.Tercero ama a Dios sobre todas las cosas, si amas a Dios, quiere decir que amas al prójimo y te amas a ti mismo, con esto, ya estas viviendo el reino de Dios en la tierra.
Creo que esto, es más que suficiente para volver radicalmente la mirada y la vida entera a Dios, que si bien, muchas veces nuestro corazón está sumamente cerrado a lo nuevo, y claro que esto es una novedad, pero no hay que tener miedo a lo nuevo, a la nueva noticia de Dios, que si bien es nuestra mayor aventura, perdernos en Él y sentirnos amados por Él.
