LOS DIEZ MANDAMIENTOS

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Redacción: Pbro. Francisco Escobar Mireles Fotografía: Especiales

¿Qué prohíbe el segundo mandamiento?

“Jesús dijo a la multitud: ‘Ustedes han oído lo que se dijo a sus antepasados: No jurarás en falso, y cumplirás lo que has jurado al Señor. Pero yo les digo: ¡No juren! No juren por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, que es la tarima de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del Gran Rey. Tampoco jures por tu propia cabeza, pues no puedes hacer blanco o negro ni uno solo de tus cabellos. Digan sí cuando es sí, y no cuando es no; cualquier otra cosa que se le añada, viene del demonio” (Mt 5,33-37).
“Cuando el ángel me preguntó qué veía yo, le respondí: ‘Veo un libro que va volando; mide como diez metros de largo por cinco de ancho’. Entonces me dijo: ‘Allí va escrita la Maldición que se extenderá por toda esta región. Según ella todos los ladrones serán echados fuera de aquí y lo mismo les ocurrirá a todos los que juran en falso. Por ahora, dice Yahvé, la dejo salir de mi boca para que entre en la casa del ladrón y en la del que jura, se instale en esa casa y la demuela con sus paredes y techo’. El ángel que andaba conmigo se me adelantó, diciéndome: ‘Fíjate bien en lo que vas a ver aparecer’. ‘¿Qué es eso?’, le pregunté. ‘Es un cajón para pesar grano, me contestó. Representa el pecado que todos cometen en el país’. Se levantó la tapa de plomo y apareció una mujer sentada dentro del cajón. El ángel dijo: ‘Esa es la maldad’. Y empujándola hacia el fondo, tapó el cajón con la cubierta de plomo” (Zac 5,2-8).
“No digas: ‘¡Nadie me lo impedirá!’. El Señor puede castigarte. No digas: ‘¡Pequé y no me pasó nada!’. El Señor se toma todo su tiempo. No estés demasiado seguro del perdón cuando acumules pecados” (Sir 5,3-6).
“El segundo mandamiento prohíbe todo uso inconveniente del nombre de Dios. La blasfemia consiste en usar de una manera injuriosa el nombre de Dios, de Jesucristo, de la Virgen María y de los santos” (CEC 2161)
“El juramento en falso invoca a Dios como testigo de una mentira. El perjurio es una falta grave contra el Señor, que es siempre fiel a sus promesas” (CEC 2163).

3° SANTIFICARÁS LAS FIESTAS

Todo el capítulo 23 del Levítico se trata de las fiestas que ordenó celebrar el Señor a su pueblo Israel (Lv 23,1-44).
“La celebración dominical del día y de la Eucaristía del Señor tiene un papel principalísimo en la vida de la Iglesia. ‘El domingo, en el que se celebra el misterio pascual, por tradición apostólica, ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto’ (CIC 1246§1). ‘Igualmente deben observarse los días de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, Epifanía, Ascensión, Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, Santa María Madre de Dios, Inmaculada Concepción y Asunción, San José, Santos Apóstoles Pedro y Pablo y, finalmente, todos los Santos’ (CIC 1246§1)” (CEC 2177).
“El domingo ha de observarse en toda la Iglesia como fiesta primordial de precepto” (CIC 1246 § 1). “El domingo y las demás fiestas de precepto, los fieles tienen obligación de participar en la misa” (CIC 1247).
¿Qué descanso obliga los días de precepto?
“Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Yahvé tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Dios bendijo el día de reposo y lo santificó” (Ex 20,8-11).
“Queda todavía un reposo especial” para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas. Esforcémonos, pues, por entrar en ese reposo, para que nadie caiga al seguir aquel ejemplo de desobediencia (Hb 4,9-11).
“El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—. 28 Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado (Mc 2,27-28).
“El domingo y las demás fiestas de precepto… los fieles se abstendrán de aquellos trabajos y actividades que impidan dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo’ (CIC 1247)” (CEC 2193).