Por: Alán Miguel López Reyes – Seminario Menor de Atotonilco
¡Hola mis estimados lectores!, el día de hoy les presento este artículo, en el cual hablaré de la importancia de escuchar.
Primero que nada, oír y escuchar no es lo mismo, esto tiene que estar muy claro; pues oír es solo captar toda la información que te dan con un fin, por ejemplo, oímos las canciones o ruidos de la televisión día con día, pero ese conocimiento no siempre lo ponemos en práctica en nuestra vida, como otras personas dirían: nos entra por una oreja y sale por la otra.
Pero a diferencia de oír, la escucha es cuando uno toma lo que se le comunica y trata de ponerlo en práctica y dominarlo, puesto que uno puede usar esas herramientas en el futuro.
En el lenguaje de los estudiantes hay una frase muy famosa, muchas veces los jóvenes decimos: “y esto de que me va a servir de grande”. Es algo muy fuerte, pero eso significa que no valoramos todo lo que se nos ofrece, incluso, nos molestamos y surgen problemas por falta de escucha y solo oímos y no tomamos en serio las cosas.
Aquí está la importancia de la escucha, sin ella no es posible la comprensión y mucho menos llegar a resolver los problemas. Los apóstoles, en algunas ocasiones, oían a Jesús, pero no lo escuchaban y no comprendían muchas cosas de las que Él decía y eso es algo que Marcos resalta en su Evangelio. Incluso, la escucha es algo por demás importante para tener un discernimiento vocacional.
A veces hay muchos ruidos en la vida que nos impiden escuchar a Dios, por eso hay que ponernos en oración, pues ahí, Él se deja escuchar.
Hasta la próxima.