Por: Seminario Mayor Diocesano

El Seminario Mayor de la Inmaculada Concepción de San Juan de los Lagos siempre ha sido un espacio donde, tanto seminaristas como sacerdotes, han encontrado un espacio propicio para la expresión artística y el desarrollo intelectual, no solo de las disciplinas teológicas y filosóficas, sino de las diferentes ramas del estudio científico en general.

En esta ocasión, el pasado lunes 14 de mayo, la Familia Seminario tuvo la oportunidad de participar, en el siempre esperado, acto académico que el grupo de tercero de la etapa configuradora presenta cada año, como un signo del interés de los seminaristas por la formación intelectual, tan necesaria para ejercer el ministerio de Cristo Maestro, ya sea en la vida sacerdocio-sacramental, como en el sacerdocio común.

Este año fue el turno del grupo Maranathá, que está conformado por 16 integrantes, quienes presentaron una ponencia, a modo de simposio, titulada: <<Pastoral de la Cultura: “transversalidad en la pastoral diocesana”>>.

La jornada comenzó a las 15:30 horas cuando el presbítero José Andrés Gómez Guerrero, Prefecto de Estudios del Seminario, inauguró formalmente el acto académico con una invitación a que los seminaristas sigan cultivando ese celo por el estudio y por cultivar el amor a las ciencias teológicas y filosóficas. En seguida, el presbítero, doctor, Jesús María Aguiñaga Fernández, asesor de dicho grupo en la realización y preparación del acto académico, dio una pequeña y sustanciosa introducción acerca del tema, haciendo hincapié en lo importancia que tiene la Pastoral de la Cultura en todos los ámbitos de la pastoral y, además, haciendo conciencia de la carencia de esta pastoral en nuestra realidad diocesana.

El simposio comprendió dos momentos, en las que se presentaron las cuatro partes del trabajo de investigación realizado. Dicha investigación parte de la contemplación del misterio de la Encarnación de Cristo: “Y la Palabra se hizo carne. Y puso su Morada entre nosotros” (Jn 1,14), principio y fundamento de la inculturación, y se inspiró principalmente en dos cuestionamientos que son presentados por su santidad san Juan Pablo II, por medio del Consejo Pontificio para la Cultura, titulado: “Hacia una pastoral de la cultura”. Este documento interroga en el punto numero uno: «¿Cómo hacer accesible el mensaje de la Iglesia a las nuevas culturas, a las formas actuales de la inteligencia y de la sensibilidad» y «¿cómo puede la Iglesia de Cristo hacerse oír por el espíritu moderno, tan orgulloso de sus realizaciones y al mismo tiempo tan inquieto por el futuro de la familia humana?».

En el primer momento se abordó el capítulo primero, que intentaba mostrar los aspectos histórico-conceptuales de la cultura, desde la Encarnación de Jesús hasta el Concilio de Trento. Consecutivo a esto, se presentó el capítulo segundo que pretendía mostrar la importancia del diálogo que sostienen y debe sostener la Iglesia y el mundo, abordando el magisterio de su Santidad, el papa Francisco y los documentos latinoamericanos, mostrando, también, qué lugar a tenido este diálogo en la historia de nuestros cinco planes diocesanos de pastoral.

Después de un pequeño receso, el segundo momento intentó mostrar una perspectiva tríadica para la evangelización de la cultura, es decir, indicar los tres aspectos imprescindibles en todos los procesos de inculturación: el soteriológico, el antropológico, y el de vida y esperanza; que fueron profundizados en el capítulo tercero.

El cuarto y último capítulo, intentó ser una llamada de atención sobre la urgencia pastoral de los procesos inculturación en nuestra diócesis, y del necesitado desarrollo de una adecuada pastoral de la cultura que permee de manera clara y consciente todos los rubros de la pastoral en general; este fue realizado a través de un pequeño sondeo acerca de la cultura y la pastoral de la cultura que se realizó por los once decanatos de la diócesis, donde uno de los datos más relevante arrojado fue que en nuestra diócesis se ha carecido de un fino sentido de adaptación de los valores cristianos, que poco a poco se han ido disolviendo y que no se saben transmitir a las diferentes expresiones culturales que existen a lo largo de nuestra diócesis. Sin embargo, no es motivo de angustia sino de conciencia y de tomarse en cuenta.

De la presentación del acto académico, siguió el momento de compartir una pequeña botana, y el ofrecimiento de un brindis, presidido por el asesor del evento, padre Jesús María Aguiñaga Fernández. Se coronó este acto comunitario por medio de la celebración de la Eucaristía y el compartimiento de una cena comunitaria. Acto seguido, se pudo disfrutar de la presentación de un concierto llamado Camerata melancolía, que nos deleitó con algunas piezas de música antigua (siglo XVIII), para finalizar la jornada.

Este acto académico, más que un evento intelectual, intentó ser una toma de consciencia de la realidad de la inculturación y de la pastoral de la cultura, y una muestra mas de que el Seminario Diocesano está estrechamente comprometido con todo el trabajo pastoral de nuestra muy querida diócesis.