San Miguel el Alto estuvo de colores con la Ultreya Diocesana

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Por: Juan Ramón Jiménez Jiménez – Fotografía: Jesús Ángel Navarro Jiménez

El domingo 3 de junio San Miguel el Alto se convirtió en sede de la Ultreya Diocesana de los cursillos 182 de varones y 174 de mujeres respectivamente. Cabe destacar que cursillistas de toda la diócesis se dieron cita en la unidad parroquial de la población mencionada, donde fueron recibidos emotivamente con la clásica canción De colores, así como con un motivador saludo de parte de los anfitriones.

Para empezar, en un espacio decorado con coloridos adornos, así como con elegantes y discretos ramos florales, se tuvo la oración inicial en la cual se pidió por la paz de nuestra patria y se invocó a Nuestra Señora de Guadalupe.

Enseguida, el asesor local del movimiento, presbítero, Gregorio García, expuso un elocuente tema acerca de la alegría en el cual habló de cómo el Papa insiste en la importancia de esta actitud porque quiere que la humanidad esté conectada con Dios y a propósito se refirió a la necesidad de tener una alegría sincera que nazca de un encuentro con Cristo, así como de trasmitirla a quienes nos rodean. Finalmente, subrayó cómo la alegría provoca que seamos humildes y aseguró que entre más humildad haya más se disfruta la vida, sin olvidar que los cristianos tenemos que aprender a vivir con sencillez y humildad.

Posteriormente, los nuevos cursillistas que formaron parte del retiro 182 de varones y 174 de mujeres pasaron a dar el testimonio de su vivencia; fue un momento de emociones y aplausos, en el cual se pudo escuchar experiencias y mensajes de ánimo y esperanza.

Sin lugar a dudas, el momento culmen de la Ultreya fue la Eucaristía, la cual se celebró en una unidad parroquial llena de fieles y fue presidida por el canónigo Clemente Castañeda quien, en su homilía, se refirió a la liturgia dominical y habló de cómo el hombre no debe servir a lo que creó o bien a ideologías, sino que más bien todo esto debe servirle como un instrumento para que sea mejor persona y cristiano.

Para concluir, se ofreció una comida a los asistentes y, asimismo, se tuvo la música del mariachi y la actuación de la cantante sanmiguelense Marisela Fonseca.  Por cierto, se contó con brincolín y área de juegos para los niños que nos visitaron.  Un detalle especial de la Ultreya es que se tuvo la visita de reliquias de mártires cristeros.