Como cada año, Nuestro Padre de Jesús del Calvario visitó la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,

Su llegada fue el pasado sábado 9 y su despedida el lunes 11; el recorrido inicial comenzó en la calle Martín Díaz donde feligreses de la colonia, Cañada de Ricos, caminaron con fe y alegría por su visita correspondiente al 2018; la celebración Eucarística fue oficiada por el presbítero José Ramón Flores Contreras.

“Esta imagen expresiva del dolor, viene a visitarnos para decirnos precisamente que este sufrimiento es para personas, como los enfermos (…) Me impresiona hasta las lágrimas ver, cada vez que viene, que los enfermos salen a la calle para tocarlo y buscar con fe su recuperación”, explicó el presbítero José Ramón.

La llegada de la imagen peregrina de Nuestro Padre Jesús del Calvario representa mucho. En las calles es posible ver a personas con lágrimas en los ojos; a enfermos suplicando unos segundos con la imagen para poder pedir por su sanación, lograr tocar su túnica es un momento anhelado; otros feligreses más caminan descalzos durante el trayecto que peregrina la imagen, otros más, se revisten con la túnica morada en señal de gratitud.

El sacerdote acompañó a sus feligreses durante el recorrido hecho en la colonia y pudo observar rostros desolados, enfermos, necesitados de amor, afligidos por la ausencia de sus seres queridos, recibiendo a una imagen del Hijo de Dios en uno de los momentos cruciales de su Pasión, donde recuerda que el dolor es parte de la vida y Él nunca deja de comprender lo que cada una de una de sus criaturas siente.

El sacerdote José Ramón explicó además en su homilía, que con la visita de la imagen peregrina más representativa del Decanato Lagos, es necesario aprovecharla para pedir a Dios para sanar enfermedades que no necesariamente son físicas, sino aquellas que están arraigadas en el corazón, como el odio, el rencor, el egoísmo, la infelicidad que siente el feligrés, la depresión y todas aquellas emociones y sentimientos que no permiten al ser humano ser feliz y reflejar su amor al prójimo, pero ante todo, así mismo.

“Siempre es tiempo de pedirle a Dios para que sane a muchos de nosotros que estamos enfermos de tantas cosas que no son enfermedades del cuerpo”, reiteró el padre José Ramón.

La imagen peregrina partió a la parroquia de San Antonio de Padua en la colonia las Huertitas, acompañado por feligreses de Cañada de Ricos, El Tepetate, Vista Hermosa y Las Huertitas, siguiendo con su itinerario de visitas previas a las fiestas de agosto 2018.