“No basta haber votado el 1° de julio”

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Fuimos buenos ciudadanos en los seis minutos que duramos votando el primero de julio. Pero, ahora, debemos serlo en el sexenio que esperamos sea nuevo y con cambios sustanciales. Y… no esperemos milagros del nuevo presidente. Recordemos que nunca podrá hacerlo solo sin los mexicanos. Y menos, cuando sabemos que los políticos prometen mucho y cumplen poco; y eso poco, lo cumplen poco tiempo. Una cosa es su mentida buena voluntad verbal y otra su genuina voluntad de servicio pronto y eficaz. Podría decirse que esta es la regla de todos los servidores públicos, claro, con sus honrosas excepciones.

Dejemos, pues, de soñar…, solo en los cuentos pasa que el rey abre sus arcas de dinero “del pueblo” para dar limosnas a los que pretenden vivir de los demás sin trabajar. Es una fantasía no aterrizada en el México real las vagas dádivas prometidas por el nuevo presidente para, por ejemplo, mantener a los “ninis” y ayudar doblemente a los de la tercera edad. ¿De dónde saldrá el dinero para tantas ofertas prometidas?, ¿el dinero incautado de los posibles y latentes ladrones del nuevo sexenio ajustará para satisfacer la demanda de los desabastecidos hospitales civiles?

Concluyo que todo lo que el nuevo presidente quiere darle al pueblo, tendrá que sacarlo del mismo pueblo a través del fisco, del IVA, de los exitosos gasolinazos y un largo etcétera de estrategias para la explotación del pueblo. Nada, pues, será gratis. Y nada será justo porque el mayor beneficio seguirá fluyendo de arriba para abajo y del centro a la periferia, donde están la inmensa mayoría de los mexicanos.

Mi sugerencia es que el México nuevo, debemos construirlo todos los mexicanos, mediante nuestro trabajo honesto y bien remunerado; que alcance para todos. Mediante la canalización del mayor dinero público para el mayor número de pobres; de manera que todos tengan fuentes y espacios de trabajo donde habitan, sin migraciones forzadas. Hay que apostarle al trabajo para todos para que haya paz. Solo el trabajo justamente mejor remunerado nivelará la tres clases sociales: la clase de los pobres, media y de los ricos.

Pero, para todo esto urge primero combatir la corrupción; acabar con los parásitos y los zánganos. Urge una justicia que sea justa y justa para todos. Pero… todo esto no vendrá a México con solo, solo, un nuevo presidente.

El México lindo y querido, trabajando juntos, lo edificaremos todos los mexicanos.