El pasado lunes 11 de marzo de 2024 los tres candidatos a la Presidencia Nacional, firmaron el Compromiso Nacional por la Paz, que presentó el movimiento Diálogo Nacional por la Paz.

El documento presenta 117 propuestas a nivel federal, estatal y municipal en siete temas: Tejido Social, Seguridad, Justicia, Cárceles, Adolescentes, Gobernanza, y Derechos Humanos.

Las propuestas “se han construido desde la escucha amplia y el diálogo entre más de 1600 instituciones y la identificación de 300 buenas prácticas y representan un llamado a la colaboración, la exigencia y el trabajo conjunto”, indica el mismo documento en su introducción.

El documento tiene un esquema sencillo, comienza con una introducción, y luego presenta los seis primeros temas con el siguiente esquema: Descripción del Problema; Propuestas a nivel federal, estatal y municipal; y una conclusión. El tema de los Derechos Humanos se detiene a identificar cuatro temas cruciales en la crisis de derechos humanos.

Aquí el primer enunciado de la descripción de los primeros seis temas:

“Nuestra casa común y nuestro tejido social están en un proceso de degradación acelerada”. “México enfrenta, desde hace casi 18 años, una de las crisis de violencia más graves de su historia contemporánea”. “La mayor parte de las y los mexicanos simplemente no tiene acceso a la justicia”. “Nuestra prisiones han sido por mucho tiempo relegadas y su mejora no ha formado parte de las prioridades de las políticas públicas de seguridad y justicia”. “Tenemos una deuda con la población adolescente, la cual se ha visto invisibilidad y rezagada por la política estatal mexicana mediante la ausencia de presupuesto y programas específicos, servicios especializados y alternativas para hacer frente a las necesidades y derechos de un sector determinante para el presente y el futuro del país”. “México se debate entre un modelo de gobernanza criminal y un modelo de gobernanza democrática que hasta la fecha ha sido incompleto y precario”.

Ciertamente esta descripción no es que deje entrever el mejor de los panoramas de nuestro país, y tal vez por ello cuesta trabajo aceptarla; desafortunadamente es una descripción muy técnica de lo que las comunidades del Plan y de los Altos de Jalisco viven cada día.

Estas realidades aparecen ya en el VI Plan Diocesano de Pastoral, promulgado en 2019, y por ello, en el curso de acción figura la promoción de la participación cristiana, de la justicia y la paz, la reconstrucción del tejido social, la dignidad humana y el cuidado de la creación, entre otros temas.