El reloj marcaba las 18:20 horas de un 31 de julio; las campanas repicaban como gran algarabía, la población se reunía a en las puertas de la Basílica Lateranense para acceder a su interior en cuanto estas abrieran; cinco minutos bastaron, para que los guardias dieran acceso al recinto mariano más valioso para los jalostotitlenses; y en menos de un santiamén, este rompiera su tranquilidad llenándose de aplausos y canticos dignos de la reina de jalos, la virgen de la Asunción.

Una vez dada la bienvenida por parte del párroco Miguel Domínguez García, dio inicio el Santo Rosario, que es el primer regalo que recibe la Virgen por parte de su pueblo adorado.

Esta apertura, marca el inicio oficial de una de las fiestas religiosas más importantes en la Región Alteña, pues año con año, del 31 de julio al 16 de agosto, reúne a miles de fieles, que llegan hasta el corazón de los Altos de Jalisco, para venerar a la señora del cielo.

Como es tradición, el 30 de julio por la noche, la imagen original es bajada de su nicho y es expuesta a la feligresía para que esta esté más cerca de su madre santísima y así puedan pedir y/o agradecer algún favor; a la mañana siguiente, antes de mediodía, la guardia de honor, llevan al ícono mariano a la sacristía, donde a puerta cerrada, un grupo de mujeres limpian y revisten la imagen, con el vestido que le fue hecho artesanalmente, para que luzca con resplandor especial en su colocación y en su fiesta de veneración.

Mientras tanto, en el interior del templo parroquial, parte de la población acude para hacer la limpieza y decoración del mismo; ahí, se alistan el lugar en el que será colocada la reina de jalos durante la tradicional quincena, para lucir hermosa en su trono de fiesta y recibir con los brazos abiertos a quienes vuelven a casa de su madre.

Este año y de manera especial, la juventud jalostotitlense, hizo un regalo especial a la virgen de la Asunción; donde uniendo esfuerzo, talento y trabajo en equipo, realizaron un tapete de aserrín de 187 metros alrededor de la plaza Alfredo R. Placencia, en el cual, trabajaron desde la madrugada para que quedase listo y por él pudiese pasar, en hombros de la guardia de honor, la venerada imagen.

En este año, se celebran los 70 años de la Coronación Pontificia, un regalo que se buscó en el año de 1948 por parte de aquellos que inculcaron el amor a María Santísima en su advocación de Nuestra Señora de la Asunción.