Dentro del marco de las fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción, en Jalostotitlán, llegó como un peregrino más, nuestro Obispo diocesano, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, para que a través de él se pudiese infundir en los adolescentes jalostotitlenses el Espíritu Santo.

Un total de 399 jóvenes, pertenecientes a los diversos centros de catequesis que forman la parroquia de la Asunción, recibieron al Espíritu Santo, que luego de haberlo recibido en su bautismo, el día 11 de agosto dijeron, ¡Sí creo! ¡Sí quiero! para así, recibir en plenitud, como regalo de Dios, a quien les guiará y aconsejará el resto su vida a través de sus siete dones.

La plenitud del Espíritu Santo, fue otorgado mediante dos celebraciones Eucarísticas, la primera a las 12:00 horas y la segunda a las 17:00 horas, ambas en el templo de Santo Toribio, perteneciente a la parroquia de la Asunción, que por su dimensión es capaz de albergar a la cantidad de feligreses y eventos de esta índole.

Hay que destacar, que en la Misa de las 17:00 horas, se contó con la presencia del señor arzobispo Juan Nsue Edjang, perteneciente a la Arquidiócesis de Malabo, en el país africano de Guinea Ecuatorial, quien, compartiendo el ministerio Episcopal, junto con don Jorge Alberto, impusieron las manos a estos jóvenes para que recibieran los dones del Espíritu Santo, comprobando que la Iglesia es Universal y sin importar el lugar del mundo en el que nos encontremos, la fe y el amor a Dios es uno mismo.

Durante su homilía, monseñor Cavazos mencionó: “Recibir al Espíritu Santo, es un momento muy especial en nuestra vida, recibir al Espíritu Santo, es recibir esa confirmación de que Dios es nuestro Padre, que Dios nos ama y que Dios nos acompaña, como aparece en el final del Evangelio de san Mateo, también nos acompaña todos los días de nuestra vida”. De igual manera destacó la importancia de este sacramento, al mencionar que se otorga: “(…) Para que el creyente que lo reciba, pudiera llegar y llenar sus corazones y que al sentir esa fuerza y presencia del Espíritu, que lo hace ser Santo, que lo hace superar adversidades, que lo hace ser creativo en todo lo que le invita ser Dios… “

Finalmente, nuestro Obispo diocesano, felicitó y agradeció a los catequistas, pues gracias a su trabajo y dedicación desinteresada, siguen sembrando la semilla de la fe y del amor a Dios para la construcción de su reino. Igualmente, felicitó y agradeció las atenciones prestadas a él y a su hermano Arzobispo, Juan Nsue, pues jalos fue testigo de la universalidad de la Iglesia.

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