A raíz del problema acerca de, dónde debe edificarse el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, AMLO y su partido Morena han declarado que el pueblo mexicano tiene el derecho a opinar sobre las grandes decisiones que afectan al pueblo en el bien común.

Y, creo yo, que en la democracia del pueblo, estamos todos de acuerdo y hay que promoverla y fomentarla. Pero, en este caso concreto el modo de ejercitarla, por medio de unas encuestas parciales, no estamos de acuerdo. Concretamente no estamos de acuerdo en el cómo, en el qué, y en quiénes contestaron la encuesta del nuevo aeropuerto.

Además, para que una encuesta sea creíble debe contar con ciertas garantías de objetividad, veracidad y fiabilidad. Debe contar con candados que aseguren no haya fraude, ni manipulación política, como entre nosotros, suele acontecer. Y en esta encuesta, el ganador: Santa Lucía, ya había ganado desde antes que se hiciera la encuesta. Tal parece que, con este “error de octubre,” todos salimos perdiendo.

Aplaudimos, pues, la democracia del pueblo y para el pueblo. Pero, creo, que en este primer ensayo, quienes organizaron la encuesta traicionaron al pueblo mexicano. ¿Qué pasará mañana, si se siguen realizando encuestas para gobernar al pueblo sin el pueblo?

La verdad es que los mecanismos de consulta y de expresión popular, en México, son pocos y expresan poco. ¿Qué tanto decimos con una mala encuesta, con un voto, con una pancarta o con nuestras voces en una marcha? ¿Qué objetividad tienen las voces de los acarreados? Por todo esto, pienso que, en México, aún no ha llegado la democracia del pueblo ni ha llegado al pueblo mexicano.

ESTEMOS ATENTOS Y VIGILANTES, LOS PRESIDENTES PUEDEN COMETER ERRORES QUE DAÑEN AL PUEBLO.

Y a propósito de encuestas, usted ¿qué piensa de la encuesta de AMLO sobre el nuevo aeropuerto? ¿Logró ser un buen ensayo de la democracia del pueblo?