¿En qué consistió el pecado original?

“Como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos” (Rm 5,19).

“‘Constituido por Dios en la justicia, el hombre, sin embargo, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia, levantándose contra Dios e intentando alcanzar su propio fin al margen de Dios’ (GS 13,1)” (CEC 415).

“Por su pecado, Adán, en cuanto primer hombre, perdió la santidad y la justicia originales que había recibido de Dios no solamente para él, sino para todos los humanos” (CEC 416).

“Adán y Eva transmitieron a su descendencia la naturaleza humana herida por su primer pecado, privada por tanto de la santidad y la justicia originales. Esta privación es llamada ‘pecado original'” (CEC 417).

“Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana quedó debilitada en sus fuerzas, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al dominio de la muerte, e inclinada al pecado (inclinación llamada ‘concupiscencia’)” (CEC 418).

“‘Mantenemos, siguiendo el Concilio de Trento, que el pecado original se transmite, juntamente con la naturaleza humana, ‘por propagación, no por imitación’ y que ‘se halla como propio en cada uno’ (Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 16)” (CEC 419).

Es la privación de la santidad y justicia originales heredada en nuestra humanidad. Introduce en el mundo una cuádruple ruptura: del hombre con Dios, consigo mismo, con los demás y con la creación. Trae como consecuencias: debilitamiento de la naturaleza humana, sometida a la ignorancia, al sufrimiento, a la muerte y a la inclinación al pecado.