Queridos hermanos hemos concluido la semana pasada la Asamblea Plenaria de los Obispos de México. Ahí hemos acordado actitudes de solidaridad con todos, especialmente para quienes sufren; hemos acordado caminos para aplicar el Proyecto Global de Pastoral a nivel país. Estamos con espíritu renovado, queriendo desde nuestra fe en Cristo, transformar realidades todos como Iglesia.

Nos ponemos todos en manos de María santísima con alegría y esperanza.

Por otro lado, este domingo de Cristo Rey, agradecemos a Dios que así lo ha reconocido nuestro corazón: como Rey de nuestra vida y del universo. Hemos considerado este día como día del laico; es decir, todos los bautizados que no son sacerdotes. Al laico le compete también, tras una buena experiencia de espiritualidad y de conocimiento de la doctrina, un campo de acción muy importante: las realidades que viven diariamente. Ya en su familia, escuela, trabajo, barrio; llevar el testimonio del Evangelio.

Que todos construyamos el Reino de Cristo, y manifestemos así, quién debe llevar nuestra vida y nación.

¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!

Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge C. A.