Muy queridos hermanos:

Estamos ya prácticamente en la víspera de la celebración navideña. Todo se viste de un gozo especial que es muestra de lo que Jesucristo ha venido a traernos. Todos los detalles más que hablar de una fiesta, deben llevarnos a considerar lo que es realmente esta celebración mundial. Como creyentes y seguidores de Cristo, debemos manifestar con un gozo especial, -más que con gastos innecesarios-, que Jesucristo ha venido a salvarnos y así lo hemos vivido en tantas experiencias de fe.

Estamos viviendo un tiempo de múltiples cambios, y hemos padecido que una alegría tan grande como la Navidad, se transforme en una fiesta comercial y sentimental, más que una celebración religiosa. Así también considero que hay situaciones de índole antropológica como lo es, por ejemplo, el concepto y respeto de la vida humana, y como creyentes debemos cuidar lo que Dios ha hecho, ha revelado en su sentido original para no maltratar su plan y por lo tanto a nuestra vida y nuestra fe.

Hoy más que nunca debemos cuidar el sentido de la Navidad, el Corazón de Dios amoroso que viene siempre a salvarnos. Vivamos un tiempo feliz de oraciones, tradiciones religiosas y de fe. Es tiempo de Navidad, es decir recordar y hacer vida permanentemente lo que los ángeles decían a los pastores: “Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres que ama el Señor”.

Hermanos: de corazón pido para ustedes y toda la diócesis: cristiana alegría y paz de Cristo en sus vidas. María santísima, que supo poner su vida para que tengamos la alegría de todo ser humano, llene de luz, de alegría este tiempo de Navidad en ustedes y toda la Diócesis de San Juan de los Lagos.

FELIZ NAVIDAD

Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge C. A.