A poco menos del 250 aniversario (el 30 de noviembre de 2019) del apoteótico traslado de Nuestra Señora de San Juan a su tercer santuario, habla el Papa Francisco sobre lo que espera que sean los santuarios:

Son muchos los que vienen al Santuario porque necesitan recibir una gracia y luego vuelven para agradecer por haberla experimentado, a menudo por haber recibido fortaleza y paz en la prueba. Esta oración hace que los santuarios sean lugares fecundos, para que la piedad del pueblo, sea siempre alimentada y crezca en el conocimiento del amor de Dios.”

Este santuario de Nuestra Señora de San Juan tiene la gracia de ser muy concurrido por millones de peregrinos durante el año. Y tiene la gracia de ser muy fecundo en los favores recibidos de Dios, por la mediación santísima de Nuestra Señora de San Juan. No cabe duda de que la pequeñez de su sierva, la Virgen María, ahora sea engrandecida con la multitudinaria presencia y ardorosa devoción de nosotros sus hijos.

En esta misma alocución, el Papa Francisco nos invita a reconocer los santuarios como lugares de misericordia. Nosotros hablamos de este, como espacio verdaderamente lleno de gracia, donde se manifiesta con viveza la gran misericordia de Dios por su Madre también misericordiosa.

Las multitudes que vienen a este Santuario, nos confirman que es un lugar de bendiciones y gracias. Que aquí se realiza siempre un admirable intercambio entre el cielo y este lugar sagrado. Suben las muchas plegarias y súplicas, y al mismo tiempo, bajan los muchos favores y bendiciones. Aquí se respira una paz que sólo sabe dar el amor de Dios y el consuelo de una Madre.

Resulta orgulloso presumir que tiene tantos tesoros espirituales este santuario como indulgencias y gracias por ser agregado, este santuario, a la basílica del Papa, de San Juan Evangelista y de San Juan Bautista. Igualmente agregada a la basílica de Santa María la Mayor. También fue enriquecida como Basílica Menor (por no estar en Roma), Colegiata y Catedral.

Por todo esto, díganme, sobre todo ustedes devotos de Nuestra Señora de San Juan, si este su tercer y actual Santuario, no es un RICO PATRIMONIO DE LA CRISTIANDAD.