Esta consigna fue la que inspiró a la austeridad republicana del Presidente López Obrador. Y las primeras medidas que tomó de bajarles a los sueldos de su equipo de gobierno, indicando que no debe rebasar el sueldo del presidente de la república, fue aplaudida por todos. Las que no han sido bien recibidas es el despido de tantísimos burócratas que eran y son “aviadores,” es decir: trabajadores que no trabajan, añadido al número de los que no se necesitan o son incompetentes.
Cada día aumenta el número de burócratas desempleados que por tanto tiempo han vivido a costa del presupuesto para el pueblo mexicano.
Estas medidas merecen nuestro reconocimiento, otras, como las subastas, es más la publicidad a favor del presidente que el beneficio que se re-embolsa, para las millonarias necesidades en renglones tan sensibles como son la salud, la educación y los pobres,
Me parece que la austeridad republicana se operó sin un estudio cuidadoso, para que no abundara, pero tampoco que faltara con tanto. Seguimos aplaudiendo que se erradique la corrupción y que se despida a los presuntos culpables y a los aviadores zánganos. Pero, México no está como para suspender proyectos que es más lo que se gasta suspendiéndolos que terminándolos. El daño es para el erario público. También es censurable suprimir o reducir a su mínima expresión a las Instituciones de la Verdad como son: el INE y CONEVAL, quitarlas es un atentado a la democracia mexicana y es, al mismo tiempo, un velado paso a la autocracia que es más que una dictadura.
Aplaudimos el ideal de AMLO y apoyamos su lucha que busca que no haya un pueblo pobre con un gobierno rico.
