“LO QUE CULIACÁN NOS ENSEÑÓ”

Fotografía: Especiales

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Si alarmó al Pueblo mexicano la violencia en Aguililla, Michoacán, con el reciente asesinato cruel de 14 policías a manos de un grupo de la delincuencia organizada, mayormente nos alarmó, hace pocos días, en Culiacán la detención-liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Las imágenes que circularon se hicieron virales a tal punto que no pudieron esconder la evidencia del empoderamiento que tiene en México la delincuencia organizada y la gran debilidad que manifiesta la seguridad de nuestro Estado Mexicano.

Este doble hecho nos está enseñando que…

1.- De nada ha servido que suban o bajen las estadísticas sobre las continuas muertes violentas que se dan entre nosotros. Sigue en todo nuestro país la inseguridad. Los números de homicidios no dejan de ser acumulativos, al punto de que ocupamos, a nivel mundial, los primeros lugares en violencia.

2.- Aun no se ha dado al clavo con las estrategias adecuadas, ni a nivel nacional ni a nivel de nuestros estados, para combatir eficazmente la delincuencia.

3.- No hay territorios ni entidades concretas que ya hayan sido pacificadas. La violencia se extiende como una plaga que no se puede detener.

4.- La Guardia Nacional, si es que ya está instalada, no ha dado resultados, en tanto que la delincuencia sí ha demostrado su enorme capacidad de fuerza.

5.- El Presidente López Obrador, cada día, dispone de menos tiempo para que el Pueblo vea y palpe avances contundentes sobre la seguridad, que es lo más preocupante para todos los mexicanos.

¡OREMOS POR MÉXICO!