Sube a su trono de fiesta, La Virgen de la Asunción, Jalostotitlán Jal.

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Indescriptibles son las palabras con las que se podrían narrar el haber vivido de cerca uno de los momentos más solemnes para todo hijo jalostotitlense, el ver a la Reina de este municipio ser colocada en su trono de fiesta.

Desde temprano, las personas de Jalos acudían a saludar de cerca a la imagen de la Virgen de la Asunción, aunque todo el año se le tiene en el altar principal, pocos son los momentos en que se tiene de cerca a esta imagen Mariana, momento en el que sus fieles acuden para agradecer y poner en sus manos todas sus necesidades, ya que saben que ella puede interceder ante el Creador que todo lo puede.

La bellísima imagen está en todo momento resguarda por la guardia de honor, quienes han prometido cuidar a la madre de Jalos. Ellos son los encargados de bajarla de su nicho y llevarla a la sacristía, lugar, donde un grupo de mujeres limpian y revisten de fiesta a la Reina, para esto nadie ajeno al grupo comisionado puede entrar a esto que se ha convertido en todo un ritual, ya que, la sorpresa del año es el ver el nuevo vestido de nuestra madre Santísima.

Una vez dadas las 6:30 de la tarde, esas puertas enormes son abiertas a todo el pueblo, pues el 31 de julio es el único día en

que la parroquia central de Jalostotitlán permanece cerrada, por unas horas, al culto público pues por dentro se está preparando para la tradicional quincena.

Mientras se da la hora de acceso, las personas permanecen lo más pegado que puedan a las puertas para ser las primeras en entrar y contemplar así la belleza sin igual de esta bendita imagen. Las alabanzas Marianas no cesan al igual que los aplausos y ¡Qué viva la Virgen de la Asunción! Al unísono hacen retumbar todo el interior de esa histórica Basílica Lateranense que en conjunto con el repique de campanas hacen más solemne esta fiesta de fe.

La imagen de la Virgen de la Asunción sale en procesión por la puerta lateral del templo parroquial

Sin duda una de las maneras más bellas de saludar a la Reina de Jalos es a través del rezo del Santo Rosario dirigido por los sacerdotes del pueblo, para que al finalizar la imagen salga en procesión por la puerta lateral del templo parroquial y así dar un pequeño recorrido por la plaza tradicional y permitirle a las personas que no pudieron acceder a la Basílica puedan saludar a su madre celestial, para que finalmente de manera triunfante pueda llegar hasta su trono de fiesta, accediendo por la puerta principal rompiendo el silencio con aplausos que se elevan hasta los cielos porque todo Jalos grita. ¡Qué Viva la Virgen de la Asunción!

Por: Héctor Javier, Álvarez Romero, corresponsal.

Fotografía: Edith Guadalupe Álvarez Romero