CODECI 2018

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¡Qué hermoso es ver a los hermanos convivir! Es precisamente lo que nos une como Familia Seminario. Este sábado 24 de febrero, en la casa de Arandas, el Curso Introductorio, nos reunimos los seminaristas de la diócesis con el fin de, precisamente, convivir como hermanos.

El CODECI (Convivencia Deportiva del Curso Introductorio), estuvo iluminado por el lema: “Navegando con Jesús escuchamos y discernimos su voz”. Muchos signos ayudaron a este objetivo, teniendo adornos alusivos al lema.

Primeramente, nos reunimos en el banquete de la Eucaristía, presidida por el padre Rector, presbítero Luis Manuel González Medina, con la presencia de los demás formadores. Ahí se nos invitaba a vivir más profundamente el tiempo de la Cuaresma, y en el contexto, a convivir con alegría, esforzándose a practicar el deporte, pero siempre cuidando al hermano.

Después se nos ofrecieron los alimentos en los jardines del seminario, donde se compartió un momento de música. En ese momento contamos ya con la presencia de nuestro obispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe; luego acudimos al área deportiva, donde se dio la inauguración del torneo deportivo, bajo el ritmo de los tambores que acompañaron al Lábaro Patrio y a la batucada que hizo mover a muchos. En ese momento nuestro Obispo nos invitó a vivir la alegría y la fraternidad. Así se comenzó con los partidos de las diferentes categorías: fútbol, basquétbol, voleibol, frontón, squash, fútbol rápido, dominó y ajedrez.

Al finalizar el torneo, pudimos deleitarnos con la presencia de algunos miembros del Instituto Superior de Artes Escénicas de Guadalajara, que con una interpretación de danza contemporánea llamada: “La historia de amor más grande del mundo”, basada en el Evangelio de san Juan, nos hizo contemplar desde un ámbito diferente el hecho de la entrega de Jesús, acompañado de la música, el movimiento corporal, las luces y la pirotecnia. Finalmente, a modo de conclusión de la jornada, compartimos los alimentos dispuestos y se premió a los diferentes ganadores de las categorías deportivas.

Mas allá de una competencia deportiva, las convivencias del seminario buscan entablar lazos de amistad entre los integrantes de las diversas casas de formación. Dado que son pocas las veces en que se pueden compartir los espacios, estas oportunidades sin duda hacen que cada seminarista pueda conocer a los hermanos que comparten el mismo ideal, y en fraternidad, crecer en compañerismo, solidaridad y espacio de oración por el otro.

Pidamos al dueño de la mies que siga enviando muchos jóvenes dispuestos a entregar su vida por la causa del Reino de Dios y que siga santificando a nuestros sacerdotes.