“Gratis han recibido:

den gratis” (Mt 10,8)

En Tepatitlán de Morelos, el día 11 de febrero nos unimos a la Jornada Mundial del Enfermo participando en la  concelebración Eucarística que es fuente de vida y gracia, a la que con tiempo fueron llevando a enfermos en sillas de ruedas los que no podían caminar, acompañados de sus familias y otros cientos de enfermos que por su propio pie arribaron al templo dedicado a san Tranquilino Ubiarco Robles, encabezaron la procesión de entrada las imágenes benditas del Señor de la Misericordia y de la Inmaculada Virgen María, seguidos por los sacerdotes de las parroquias de Tepa, presidiendo la Eucaristía el señor cura Andrés Sáinz Márquez.

Celebramos la XXVII (27) Jornada Mundial del Enfermo, cuyo lema es “Gratis habéis recibido, dad gratis” es la inspiración evangélica que la Madre Santa Teresa de Calcuta hizo vida a los descartados de la sociedad, sin distinción de raza lengua o religión. Su lenguaje fue una entrega misericordiosa con alegría.

Así mismo a Nuestra Señora de Lourdes en su día le entregamos a cada uno de los enfermos para que interceda por ellos. En el año 1992 el Papa Juan Pablo II instituyó el 11 de febrero la Jornada Mundial del Enfermo.

Inició la homilía el señor cura Eliseo Lozano Díaz diciendo que hoy es un día especial, es un día muy importante para toda la Iglesia para todos aquellos que tenemos fe, un día que recordamos la victoria  la fuerza del poder de Dios un poder que es manifiesto a través de cosas extraordinarias al modo humano, de cosas fascinantes o que llamen la atención en que se expresa la divinidad, el Papa Francisco hoy en esta jornada XXVI nos invita a que lancemos la mirada a uno de los países más poblados de la tierra el segundo la India, y que nos lancemos a una de sus ciudades también más pobladas Calcuta y habló de la religiosa Santa Teresa de Calcuta y su vida que hizo algo extraordinario en medio de ordinario, hacer algo sobrenatural en medio de lo natural, que el Señor le mostró en el dolor…

Acto seguido habló de San Pablo que comprendió todo esto en el encuentro con el Señor, qué tanto dañaba al Señor, fue el inicio de un cambio en su vida y se dio cuenta de lo malo, en una de sus cartas, que toda esa sabiduría no le ayudaba en lo absoluto, gracias padre en su debilidad habló y expuso un Cristo Crucificado, hemos visto que jornada tan importante hoy que tarde tan hermosa estamos hablando de nuestras limitaciones debilidades humanas es ahí donde se manifiesta la fuerza de Dios, y lo expresa también san Pablo, porque cuando soy débil ahí soy fuerte; he ahí la verdadera grandeza, morir a esta grandeza falsa humana esa es la verdadera lucha que tenemos día con día.

Ahí estamos muriendo hermanos, gracias por sus dolores, gracias por su sufrimiento, gracias porque lo unen al Señor Jesús, usted y yo no vemos lo absolutamente grande que se realiza cuando usted une sus dolores a Jesús, porque usted y yo no lo vemos pero esto está transformando al mundo, todos sus sufrimientos todos sus dolores, todos sus sacrificios, su no dormir por la noche, sufrir durante el día…

Para finalizar la Eucaristía tuvimos un momento muy hermoso y emotivo, cuando pasó el Santísimo Sacramento por todos los lugares en la que cada uno de los enfermos y personas que vivimos estos inolvidables momentos al ver pasar a nuestro lado en una grande y hermosa custodia el AMOR DE LOS AMORES por todo el templo, las personas se acercaban a tocar y a encomendar sus enfermedades y enfermos para que el que todo lo puede sanara nuestros cuerpos y almas.

El presbítero Salvador Martín González agradeció a todos los que hicieron posible con su participación desde los que se encargaron del hornato del templo, los sacerdotes, los doctores y enfermeros, a las personas que trasladaron a los enfermos, en fin a todos los ahí presentes•