La comunidad ecuménica de Taizé, es un punto de encuentro de muchos jóvenes -y no tan jóvenes- que buscan una experiencia de encuentro con Dios. En Brescia hay un grupo de personas, en su mayoría jóvenes, que cada mes, se reúnen para hacer un encuentro de oración al estilo de la comunidad de Taizé. Fundada por el Hermano Roger Schutz, la comunidad de Taizé, busca la reconciliación de los cristianos, de hecho, la iglesia de ese lugar es llamada la iglesia de la reconciliación.

Los Iconos, el silencio y el canto, así como la lectura de la Palabra, son algunas de las cosas fundamentales de este tipo de oración. El silencio parece algo tan difícil en un sociedad que busca siempre el ruido. El canto de cánones meditativos, como Ubi caritas, Nada te turbe, Laudate Omnes Gentes, Bog Jest Miloscia (Dios es amor), Cristo Jesús, ayudan a introducirse en este ambiente de oración y recogimiento, necesarios para acoger con el corazón abierto la Palabra, Jesús mismo que sale a nuestro encuentro, agradecer al Espíritu Santo con la oración y así finalizar, en caso de que sea en viernes la oración, con la adoración de la Santa Cruz, según el rito Ortodoxo, que consiste en poner horizontalmente la Cruz Icónica sobre algún banquito o mesa, de tal manera que podamos colocar nuestra frente en la cruz.

Ciertamente es algo difícil hacer un viaje hasta Taize, en Francia, pero también en casa se puede realizar este estilo de oración, basta hacer un canto o reproducirlo en tu dispositivo, leer un salmo (puede ser el que la liturgia nos propone para el día) junto a un trozo del evangelio (también puede ser el del día o del domingo) a continuación, hacer un momento prolongado de silencio, dar gracias al Espíritu Santo y terminar besando la cruz o haciendo un gesto de amor ante el misterio del amor de Dios. Se puede añadir la consagración a la virgen y el Dulce Madre.