Queridos hermanos todos en el Señor, les saludo deseando toda la paz, toda la alegría, toda la certeza de la paz de Cristo hacia todos ustedes.

Quiero invitarles, en primer lugar, a saber orar, saber ser solidarios con nuestros hermanos enfermos o con quienes tienen una situación problemática adversa, para que podamos mostrarles ese amor de Cristo con nuestras acciones concretas, así lo muestra Jesús en el Evangelio, va a los enfermos y ayuda a quien lo necesita.

Tenemos así el tiempo de vacaciones para muchas personas, los niños y algunas otras personas en los trabajos reciben esta oportunidad, y es un tiempo oportuno, agradable si lo sabemos aprovechar  en el descanso, que es también restaurar nuestro ser, nuestras fuerzas y de ahí que viene la recreación, es decir, volver a recordar, a encontrarnos con nosotros, con esa dignidad, esa grandeza que todos tenemos,  esa es la recreación y obviamente realizar actividades que ordinariamente no podemos hacer, como la convivencia familiar que no puede faltar, hay que incrementar el diálogo, el encuentro con los demás, la oración, el encuentro con Dios, la oración comunitaria en la Eucaristía, en la liturgia, en la hora santa.

¡Que importante es darnos tiempo para que Dios nos muestre toda su gracia y su ayuda!

Así mismo es el tiempo de poder ayudar a los demás,.Qué importante es en la vida de la humanidad tratar a los demás, darles tiempo; no es un tiempo que no sirve para nada, encontrarnos con los demás siempre es una riqueza para ellos y para nosotros, así mismo tener el tiempo para una buena lectura, hay varios libros, está por ejemplo la Sagrada Escritura, libros espirituales, libros con mensaje y que dejan alguna enseñanza.

También quiero invitarles a pedir por las vocaciones sacerdotales. En nuestra amada Diócesis estamos ya viviendo los preseminarios, les invito a orar por todos esos jóvenes llamados al sacerdocio por Cristo el Sumo y Eterno Sacerdote; no dejemos de orar o de invitar a algunos de ellos a participar. Ya en la página de la Diócesis se han puesto los detalles del día, de lugares, de horarios. Oremos unos por otros, aprovechemos el encuentro con Dios y con el prójimo, que eso es riqueza y fortaleza para todos nosotros.

De corazón les envío mi bendición y como último, encargo, les pido orar por el buen temporal; oremos pues por el buen temporal y cuidemos el agua.

Mons. Jorge Alberto C.A.