Pope Francis leads the Easter vigil service in St. Peter's Basilica, at the Vatican Saturday, March 30, 2013. Pope Francis is celebrating a trimmed back Easter Vigil service after having reached out to Muslims and women during a Holy Week in which he has begun to put his mark on the Catholic Church. Francis processed into a darkened and silent St. Peter's Basilica at the start of the Saturday service, which recalls the period between Christ's crucifixion on Good Friday and resurrection on Easter Sunday. (AP Photo/Alessandra Tarantino)

Por: www. aica.org

Francisco: Cada vez que salgo de la misa debo salir mejor de lo que entré
“A través de la Eucaristía, el Señor entra en nosotros. Por lo tanto, no se va a Misa ‘para hacer una tarea semanal’ o simplemente un recuerdo. Para los cristianos ir a Misa es asistir a la pasión y resurrección del Señor y luego vivir más como cristianos”, señaló el miércoles 4 de abril, el papa Francisco durante la audiencia general en su última catequesis dedicada a la misa, que comenzó el 8 de noviembre.

“Por medio de la Eucaristía, el Señor Jesús entra en nosotros, en nuestro corazón y en nuestra carne para que podamos experimentar en la vida el sacramento recibido en la fe”, explicó.

El Santo Padre reflexionó sobre la conclusión de la liturgia. “Finalizada la oración de después de la Comunión, la misa concluye con la bendición impartida por el sacerdote y la aceptación del pueblo”.

Francisco destacó que la Misa, “igual que comenzó con el signo de la cruz en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, también ahora la liturgia se sella en nombre de la Trinidad”.

Además, recordó que, aunque la misa finaliza, “se abre el compromiso al testimonio cristiano. Salimos de la iglesia para ir en paz a llevar la bendición de Dios en nuestras actividades cotidianas, en nuestras casas, en nuestros trabajos, entre nuestras ocupaciones de la ciudad terrena, glorificando al Señor en nuestra vida”.
Por el contrario “si nosotros salimos de la iglesia murmurando unos de otros, la Misa no ha entrado en nosotros. Cada vez que salgo de la Misa debo salir mejor de lo que he entrado, con más ganas de dar testimonio cristiano”.

En su catequesis, Francisco afirmó que “la Misa encuentra su cumplimiento en las decisiones concretas de quien se involucra en primera persona en los misterios de Cristo. No debemos olvidarnos de que celebramos la Eucaristía para aprender a ser hombres y mujeres eucarísticos”, que “significa dejar actuar a Cristo en nuestras obras, que sus pensamientos sean nuestros pensamientos, que sus sentimientos sean nuestros, que sus decisiones sean también nuestras decisiones”.

“La presencia real de Cristo en el pan consagrado no termina con la misa, señaló el Papa, la Eucaristía se custodia en el sagrario para la comunión de los enfermos y para la adoración silenciosa del Señor en el santísimo sacramento, el culto eucarístico fuera de la Misa, ya sea de forma privada o comunitaria, nos ayuda a permanecer en Cristo”.
Por lo tanto, los frutos de la Misa están destinados a madurar en la vida de cada día. En verdad, aumentando nuestra unión con Cristo, la Eucaristía actualiza la gracia que el Espíritu nos ha dado en el Bautismo y en la Confirmación, con el fin de que sea creíble nuestro testimonio cristiano”.
“Encendiendo en nuestros corazones la caridad divina, la Eucaristía nos separa del pecado”, aseguró. “Acercarse regularmente al convite eucarístico renueva, fortifica y profundiza el vínculo con la comunidad cristiana a la cual pertenecemos, según el principio de la Eucaristía hace la Iglesia”.

En fin, “participar en la Eucaristía nos compromete para con los pobres, educándonos a pasar de la carne de Cristo a la carne de los hermanos en los que espera ser reconocido por nosotros, servido, honrado y amado”.
“Portando el tesoro de la unión con Cristo en vasos de barro, tenemos una necesidad continua de regresar al santo altar, hasta que, en el paraíso, gocemos plenamente la santidad del banquete de bodas del Cordero”, concluyó el papa Francisco.