Ahora que estos días de encuentro en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá llegan a su fin, el Papa Francisco exhortó a los millones de jóvenes que comenzarán a regresar a sus lugares de origen a no “enfriarse” y dejar solo como un bonito recuerdo lo vivido. Los invitó a volver a sus parroquias y comunidades llenos de alegría, transmitiendo la experiencia vivida y con ello la esperanza y la fuerza de tantos millones de jóvenes que como María siguen diciendo “sí” al proyecto del Señor.

Agradeció a las autoridades panameñas tanto civiles como eclesiásticas por la disposición y buena voluntad para la realización de la Jornada Mundial de la Juventud en su país. De igual manera, agradeció a los cientos de miles de familias que abrieron sus hogares para dar hospedaje y alimento. También agradeció a los miles de voluntarios que pusieron sus dones al servicio, aportando su trabajo previo al evento, durante y después de la JMJ. De una manera muy sentida y especial agradeció a todas aquellas personas que aunque no estuvieron presentes en persona, sí acompañaron con su oración, misma que los ha sostenido y fortalecido.

Y no podía faltar su agradecimiento a los jóvenes, a quienes les dijo: “queridos jóvenes, un grande «gracias». Su fe y su alegría han hecho vibrar a Panamá, a América y al mundo entero. No se olviden que no son el mañana, no son el “mientras tanto” sino el ahora de Dios”.

También se hizo el tan esperado anuncio del lugar de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, la cual se realizará, Dios mediante, en Lisboa, Portugal en 2022.