Miles de familias llenas de esperanza, con el compromiso de <<Compartir al mundo la alegría del Evangelio en la familia>> y fortalecidas con la fuente de la vida, que es Cristo, regresaron a sus países de origen después de reunirse en Dublín, Irlanda, para participar del IX Encuentro Mundial de las Familias, realizado del 21 al 26 de Agosto de 2018.

Encuentro que deja a la vista la importancia de la familia, no como mera etiqueta social, sino como fuente transmisora de vida, valores y formación para la sociedad.

Ya lo veía en vida el Papa san Juan Pablo II, vislumbrando el panorama por el que atravesarían las sociedades en su falta de identidad al abrir espacios importantes (como el Encuentro Mundial de las Familias) donde se le invirtiera tiempo a las familias; pues decía, “si se quiere construir una civilización del amor, invirtamos en la familia, como núcleo de las sociedades del futuro.” El Papa Emérito, Benedicto XVI, decía que deberíamos ver el valor de la familia como transmisora de valores sociales y cristianos; y el ahora Papa Francisco, a través de su exhortación Apostólica “Amoris Laetitia”, sobre el amor en la familia, invita a reflexionar sobre las pequeñas y grandes dificultades en la familia, recalcando la importancia de redescubrir el valor del perdón.

Precisamente fue la exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” el centro de catequesis y estudio de los temas claves tratados durante los días del Encuentro Mundial de las Familias.

Uno de los momentos más esperados del Encuentro Mundial de las Familias fue la llegada del Papa Francisco al Festival de las Familias en el estadio Croke Park, donde varias familias de diferentes países tuvieron la oportunidad de dar su testimonio familiar y saludar al Santo Padre.

El tenor Andrea Bocelli, quien fue invitado a participar, interpretó el Ave María de Franz Schubert y el Nessun dorma de Giacomo Puccini en intermedios dentro del festival. El Papa Francisco en un momento tomó la palabra y explicó que la vida en familia es fuente de santidad. También dijo que todas las personas están llamadas a participar de la alegría de la vida en familia, aunque no sea fácil y dio unos consejos claves para lograrlo, “gestos pequeños y sencillos de perdón, renovados cada día son la base sobre la que se construye una sólida vida familiar cristiana”.

Haciendo hincapié recordó a las familias presentes sobre la importancia de los abuelos, a quienes llamó fuentes de sabiduría, y dijo: “Una sociedad que no valora a los abuelos es una sociedad sin futuro”.

El domingo, antes del mediodía, el Papa viajó a Knock en Dublín para visitar el santuario. Entró a la capilla de las apariciones y depositó un ramo de flores ante una imagen de la Virgen María; ahí oró unos momentos con profundo recogimiento; después, presidió el rezo del Ángelus en la explanada del santuario y mencionó que momentos atrás estuvo orando por todas las víctimas de abusos en Irlanda y el mundo entero, además de recalcar que el deber de la Iglesia es buscar la reparación y la curación para todas las víctimas.

Ya en la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias en Phoenix Park, después de la primera lectura, el Papa Francisco como representante de la Iglesia Católica, tomó la palabra y pidió perdón una vez más por los abusos cometidos en Irlanda y en el mundo entero por parte de miembros de la Iglesia y por el abuso de poder de algunos de los miembros.

“Perdón por las veces que la Iglesia no sintió compasión ni buscó respuesta y justicia para las víctimas. Perdón por el silencio guardado por los miembros de jerarquía que no hicieron nada y guardaron silencio”.

En su homilía el Papa Francisco reflexionó sobre la misión de las familias como portadoras de la buena noticia. Invitó a las familias a apoyarse en los sacramentos para no caer en el desaliento y la tentación de dejar de lado la fe. La Iglesia, dijo el Papa, “está llamada a llevar a las periferias del mundo las palabras de vida eterna, esa es la misión que les encomiendo como familias, vayan y prediquen la alegría del Evangelio.

Antes de concluir con la celebración de cierre del Encuentro Mundial de las Familias, llegó el anuncio tan esperado del lugar y la fecha del próximo encuentro. Anuncio que se dio en boca del prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Kevin Farrell, quien dijo que el próximo Encuentro Mundial de las Familias será en Roma, Italia, en el año 2021.