Jesucristo es Dios vivo, real, único y extraordinario; es la legítima presencia del Padre y su poder va más allá de lo que cualquier persona pueda llegar a imaginar, por eso es rey, por eso es Cristo Rey: tema central de la homilía en el domingo de fiesta en honor a Cristo Rey en la colonia Cristeros, en Lagos de Moreno.

El párroco Luis Felipe de la Torre Barba presidió la celebración Eucarística de fiesta y reiteró la importancia que tienen los niños en la construcción del Reino de los Cielos, en la amistad profunda de Cristo mismo con ellos; como cada año, niños y adolescentes pertenecientes a la parroquia de Cristo Rey, peregrinaron vestidos de santos para profundizar en el valor de los sacramentos de la Primera Comunión y Confirmación.

Este año la parroquia tuvo un motivo más para dar gloria al Rey de reyes, pues además de su fiesta solemne también fue posible conocer el templo parroquial y su arquitectura interior, mismo que enmarca la belleza de Jesucristo y la generosidad de los fieles, desde los niños, mismos que domingo a domingo fueron donando un peso para la construcción de la casa de Dios.

“Hoy, nosotros estamos celebrando la fiesta de Cristo Rey, de un hombre que tiene un gran poder. Él todo lo puede (…) Nosotros hoy celebramos a Cristo, quien tiene el poder de amarnos, que tiene el poder de salvarnos, que tiene el poder de curar nuestras enfermedades”, dijo el párroco de la Torre Barba.

El señor cura fue preciso al recordarle a los fieles que esta fiesta de Cristo Rey hace un llamado a la prudencia, a la fidelidad y al amor a Dios, pues la charlatanería, la brujería y santería, así como el cobijo en las sectas protestantes y la seducción del mundo son el engaño natural de esta época, en la que se pone la fe pensado que el mismo hombre solucionará los problemas de los hombres, olvidando ese poder omnipotente que Dios Padre otorgó al Hijo.

“Ese corazón limpio, les pido, hijos, que no lo manchen con el pecado. De verás, hoy, en todo el día, en todas las misas le he pedido a Cristo Rey que nos ayude en nuestra parroquia, que nos ayude en nuestras comunidades a quitar la droga, a quitar la opulencia, a quitar el desorden, todas esas cosas que nos impiden ser verdaderamente feliz. Yo les pido, hijos, que no se dejen engañar por aquella persona que les invite droga (…) ustedes hijos, sean muy prudentes, muy cuidadosos”, reiteró el señor cura durante su homilía.

Para concluir la celebración de fiesta, se exaltó el Nombre que está por encima de todo nombre, y a una sola y profunda voz se reiteró que Cristo es Rey, rey de todo cristiano.