Estamos invitados a vivir y transmitir alegría, a ser santos y a dejar la mediocridad de lado, estamos llamados a transmitir el mensaje del Reino sin pretender ser cómo otra persona, estamos llamados a vivir el amor y la entrega a Dios tal y como lo hizo San Francisco Javier.

El señor cura Rafael Domínguez García presidió la celebración Eucarística solemne de fiesta; además de exhortar a la feligresía a vivir su santidad desde su vida particular, también les invitó a ver más a profundidad la santidad del vecino de a lado, es decir, de todas aquellos conocidos que dan testimonio con su manera de vivir y de llevar adelante su vida en el nombre de Jesucristo.

Concelebrada por el párroco Salvador Ortega Rodríguez y el presbítero Horacio Monreal Padilla, culminó la fiesta correspondiente a este 2018 en honor a San Francisco Javier en Lagos de Moreno.

“¡Debemos de ser santos! Y tú, ¿quieres ser santo?, ¿tu encuentro con Cristo te lleva a ser santo o santa? (…) No solamente fuimos llamados para decirnos cristianos, sino para vivir como tales: santos e irreprochables” explicó el señor cura Rafael durante su homilía.

El párroco invitó a todos los presentes con profunda reflexión, a vivir con alegría y transmitir todas las bondades que Dios ha dejado en cada laico comprometido, en cada sacerdote y religioso que ha vivido un auténtico encuentro con Cristo, tal como la historia de San Francisco, el santo que pisó tierras lejanas para llevar el mensaje del Reino y el bautismo como sello indiscutible de pertenencia a Dios Todopoderoso.

“Por favor, sacerdotes, religiosos, laicos, no nos acostumbremos a ver la mediocridad como algo normal. No nos acostumbremos, porque estamos llamados a la santidad (…) Somos hijos de Dios y se nos olvida, y se nos olvida. Estamos hechos para volar como las águilas”, reiteró el presbítero Domínguez García.

San Francisco Javier es llamado actualmente como el gigante de la historia de las misiones, especialmente por su entrega generosa, por su larga estadía en tierras lejanas y por ser consciente del compromiso con el prójimo, sobre todo, durante la trasmisión del testimonio vivo.

Formarnos en la fe todos los días de nuestros días: Confirmaciones en parroquia San Francisco Javier

Presidida por el provicario Ireneo Gutiérrez Limón, Rector de Catedral Basílica de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, confirmaron su fe en Cristo, niños y adolescentes de las diversas comunidades que conforman la parroquia San Francisco Javier.

Pidiendo la presencia del Espíritu Santo para derramar en los recién confirmados sus siete dones, así como sus doce frutos, el presbítero Ireneo también explicó a la feligresía el rol de importancia de padres de familia y padrinos, no solo en la presencia y preparación para este sacramento, sino para la formación de jóvenes que amen a Dios sin temores ni equivocaciones.

Remplazar el corazón de piedra por uno de carne es una de las especialidades del Espíritu Santo y esa solicitud es algo que ni grandes ni chicos pueden pasar desapercibida en tiempo presente, tiempo en donde se ha dejado de largo todo aquello que acerca a Dios y da testimonio de su presencia, tiempo donde los jóvenes están resecos en su interior y los adultos han reemplazado su corazón palpitante por una roca que impide ver las necesidades de los demás, incluida la de los más pequeños, los más necesitados del conocimiento del profundo amor de Dios.

“Los padrinos no están de adorno. Enseñen a sus ahijados a vivir la vida cristiana, su corazón de piedra por un corazón de carne (…) Un corazón de carne es un corazón que sabe amar, servir por los demás, que sabe ayudar a los demás, que sabe amar a Dios”, dijo el presbítero.