BIBLIA Y CATECISMO XXVI – Creo en la Santa Iglesia Católica y la Comunión de los Santos

0
1889

Por: Pbro. Francisco Escobar Mireles

¿Por qué es Pueblo de Dios?

“Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo consagrado a Dios, para proclamar las obras maravillosas de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido” (1Pe 2,9-10).

“El Pueblo de Dios tiene características que le distinguen claramente de todos los grupos religiosos, étnicos, políticos o culturales de la historia:

– Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero Él ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: ‘una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa’ (1P 2,9).

– Se llega a ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento físico, sino por el ‘nacimiento de arriba’, ‘del agua y del Espíritu’ (Jn 3,3-5), es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo.

– Este pueblo tiene por Cabeza a Jesús el Cristo [Ungido, Mesías]: porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es ‘el Pueblo mesiánico’.

– ‘La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo’ (LG 9).

– ‘Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo mismo nos amó (cf. Jn 13,34)’. Esta es la ley ‘nueva’ del Espíritu Santo (Rm 8,2; Ga 5,25).

– Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo (cf. Mt 5,13-16). ‘Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano’ (LG 9).

— ‘Su destino es el Reino de Dios, que él mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que él mismo lo lleve también a su perfección’ (LG 9)” (CEC 782).

¿Por qué es Cuerpo de Cristo?

“Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros” (Rm 12,5). “Aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros, y todos los miembros, no obstante ser muchos, forman un solo cuerpo. Así sucede con Cristo. Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo” (1Co 12,12.27).

“Porque el esposo es cabeza de la esposa, como Cristo es cabeza de la Iglesia, la cual es su cuerpo; y él es también su Salvador” (Ef 5,23).

“Él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia, es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Col 1,18).

“La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Por el Espíritu y su acción en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, Cristo muerto y resucitado constituye la comunidad de los creyentes como cuerpo suyo” (CEC 805).

“En la unidad de este cuerpo hay diversidad de miembros y de funciones. Todos los miembros están unidos unos a otros, particularmente a los que sufren, a los pobres y perseguidos” (CEC 806).

¿Por qué es Esposa de Cristo?

“Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para presentársela a sí mismo como una Iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.

 Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace con la Iglesia, porque somos miembros de su cuerpo.” (Ef 5,25-30).

“La Iglesia es la Esposa de Cristo: la ha amado y se ha entregado por ella. La ha purificado por medio de su sangre. Ha hecho de ella la Madre fecunda de todos los hijos de Dios” (CEC 808).

¿Por qué es templo de Dios?

“En Cristo, todo el edificio va levantándose en todas y cada una de sus partes, hasta llegar a ser, en el Señor, un templo santo” (Ef 2,21).

“¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? (1Co 3,16;

“Acercándose a Él, como a una piedra viva, desechada por los hombres, pero escogida y preciosa delante de Dios, también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1Pe 2,4-5).

“La Iglesia es el Templo del Espíritu Santo. El Espíritu es como el alma del Cuerpo Místico, principio de su vida, de la unidad en la diversidad y de la riqueza de sus dones y carismas” (CEC 809).