En oraciones fraternales por todos les saludo.
Entrados ya en el tiempo litúrgico de la cuaresma, buscando la Pascua de Cristo en nuestras dinámicas cuaresmales; estamos llamados a la santidad. Este es, a fin de cuentas, el objetivo Cuaresmal: La Pascua de Jesucristo que es en lo concreto de nuestro vivir un camino de santidad. Creerían algunos que la santidad está ajena de nuestro diario vivir y las propuestas de cada tiempo, pero es el camino más cercano. Parafraseando la frase de San José Sánchez del Río: “Nunca ha sido tan fácil ganarse el Cielo”, podemos decir así de los tiempos litúrgicos y en especial la Cuaresma.
En este favorable tiempo (2 Corintios. 6,2), la disposición de cada oportunidad de ascesis y de progreso espiritual nos da el camino para avanzar en agradar a Dios al hacer su voluntad como lo hace Cristo, que con su obediencia hace la voluntad del Padre y se entrega en un camino que es salvación para el género humano. Hoy es más fácil, según nuestro amor a Dios y a su Reino, lograr las alegrías de la Pascua, lograr santidad, construyendo su Reino de Vida y Amor.
Quiero invitarles a iniciar con mucha esperanza este camino que si sabemos el objetivo logrará muy buenas cosas en nuestra vida. No dejemos de orar más, de ofrecer situaciones adversas a Dios, de hacer más obras de caridad, de practicar eficazmente obras de misericordia. De cuidar la vida, la familia y el buen trato con todos; no dejemos pasar sin más la cuaresma que es camino natural de “Alegrías Pascuales”.
Con mis oraciones y mi bendición: + Mons. Jorge. C. A.
