“Al Sr. Cura, Clero y fieles de la Parroquia de Tepatitlán. Por cuanto los vecinos de la Vicaría de Pegueros, pertenecientes a la Parroquia de Tepatitlán, en atento oficio del día 6 de enero del corriente año, nos han manifestado la necesidad de que se erija en Parroquia la Vicaría expresada, exponiendo por razones: el aumento considerable de la población, el estímulo y grande utilidad que les reportará dicha erección y contar con los recursos suficientes para el sostenimiento de un Curato […] oído el parecer del V. Cabildo Metropolitano y deseando el mayor provecho y bien espiritual de las almas, hemos venido en decretar y por el presente decretamos: Se erige Parroquia la Vicaría de Pegueros quedando segregada de la parroquia de Tepatitlán”.

Con estas palabras, decretadas el 9 de julio de 1920, el Sr. Arzobispo de Guadalajara Don Francisco Orozco y Jiménez, alegraba el corazón de los fieles de Pegueros, que celebraron con grande júbilo junto con su primer párroco el Pbro. José Inés Morales, el nacimiento de una nueva comunidad parroquial. Hoy a casi 100 años de dicho acontecimiento, los habitantes de esta comunidad parroquial del Sagrado Corazón vuelven a vibrar con gozo y gratitud por los bienes recibidos a lo largo de este tiempo.

Es un gran acontecimiento histórico el que nos toca vivir. Por ello, como comunidad cristiana, elevamos a Dios nuestro agradecimiento por los dones recibidos de su generosidad y deseamos prepararnos para celebrar el próximo 2020 esta gran fiesta de Pegueros.

Así pues, movidos por tales sentimientos, hemos iniciado un camino de gozo: nuestro Jubileo Parroquial, que se extenderá desde el pasado 28 de junio, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, hasta el 25 de julio del próximo año, fecha en la fue erigida esta iglesia parroquial. Compartimos ahora un poco de lo que vivimos en el arranque de dicha festividad.

El viernes 28 de junio un poco después de las 11 de la mañana, el sonido de tambores, el repique jubiloso de campanas, la música de la banda y la pólvora, anunciaban que algo sucedía en nuestra comunidad. Congregados a los pies de la Santísima Virgen María, en su Santuario, esperábamos la llegada de Nuestro Obispo Dn. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, para iniciar con los ritos de Apertura del Año Jubilar Parroquial.

Iniciamos con la lectura de la Palabra de Dios y el Sr. Cura de nuestra comunidad el Pbro. Jorge Santiago González externó el sentido que tiene el celebrar juntos este acontecimiento en el marco del año diocesano del encuentro con Cristo y su proyecto Redentor, así también motivó a toda la comunidad a crecer en los esfuerzos de igualdad, de paz y justicia social, de armonía y de compromiso con Cristo.

Enseguida dio inicio la procesión hacia el templo parroquial, en la cual participaron agentes de pastoral, adoradores, miembros de la Guardia del Sagrado Corazón, jóvenes y adolescentes, hijos ausentes de nuestra comunidad, familias y sacerdotes de esta parroquia, entre muchos más que estuvieron de visita en Pegueros durante esos días.

Al llegar a la parroquia el Sr. Obispo, citando el salmo 118,  exclamó: “Abran las puertas de la justicia, entraremos para dar gracias al Señor” y rompió simbólicamente las cadenas que cerraban la Puerta Parroquial, y ante el repique de campanas y el sonido del “yobel” o cuerno de carnero, abrió esta puerta, concediendo, a su vez, la indulgencia plenaria a quien durante este Año Santo participe, en este lugar, de las celebraciones al Sagrado Corazón y cumpla con los requisitos que la Iglesia establece como necesarios.

Inmediatamente, acompañados del canto litúrgico, inició la procesión hacia el altar; cientos de personas fueron pasando a venerar la bendita imagen del Sagrado Corazón de Jesús y continuamos después con la Celebración Eucarística, presidida por Mons. Jorge Alberto Cavazos, obispo titular de nuestra Diócesis, y concelebrada por Mons. José María de la Torre, obispo titular de la diócesis de Aguascalientes, así como de algunos sacerdotes de la comunidad parroquial.

Al finalizar la celebración se encendió el Cirio Jubilar y se bendijeron y entregaron los cirios que acompañarán nuestro camino de gozo en las diferentes comunidades campesinas y en los sectores de nuestra parroquia, motivándonos todos a vibrar con júbilo durante este tiempo de gracia y a unirnos como familia parroquial para hacer que la luz de Cristo resucitado resplandezca entre nosotros.

Sagrado Corazón de Jesús: acompáñanos continuamente en el camino hacia el Cielo y ayúdanos a confiar todos los días en la Divina Providencia; cuida a nuestras familias, a nuestros migrantes, como lo has hecho en estos 100 años de vida parroquial, y ayuda a los jóvenes a realizar su sublime vocación al amor. Defiéndenos de las asechanzas del demonio y de sus tentaciones; sana nuestras enfermedades y angustias; asístenos en el trabajo y en los problemas; danos fuerza para asumir los compromisos cotidianos y para hacer las obras de misericordia, en particular con nuestros hermanos y con los difuntos. Te lo pedimos por el gran amor que brota de tu Corazón Santísimo y por la intercesión de nuestra Madre santísima de Guadalupe. A ti la gloria y el honor por los siglos de los siglos. Amén.