LOS DIEZ MANDAMIENTOS

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¿Son obligatorios los mandamientos?

“El Decálogo contiene una expresión privilegiada de la ley natural. Lo conocemos por la revelación divina y por la razón humana” (CEC 2081). “Los diez mandamientos, en su contenido fundamental, enuncian obligaciones graves. Sin embargo, la obediencia a estos preceptos implica también obligaciones cuya materia es, en sí misma, leve” (CEC 2081). “Dios hace posible por su gracia lo que manda” (CEC 2082).

“Cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones” (Dt 5,10).

“Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión” (Dt 30,16).

“Por su modo de actuar y por su predicación, Jesús ha atestiguado el valor perenne del Decálogo” (CEC 2076). “Fiel a la Escritura y siguiendo el ejemplo de Jesús, la Tradición de la Iglesia ha reconocido en el Decálogo una importancia y una significación primordial” (CEC 2078).

“Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 19,17-19).

“Porque el que cumple con toda la ley, pero falla en un solo punto ya es culpable de haberla quebrantado toda. Pues el que dijo: ‘No cometas adulterio’, también dijo: ‘No mates’. Si no cometes adulterio, pero matas, ya has violado la ley” (St 2,10-11;

“El Decálogo forma una unidad orgánica en la que cada ‘palabra’ o ‘mandamiento’ remite a todo el conjunto. Transgredir un mandamiento es quebrantar toda la ley (cf St 2, 10-11)” (CEC 2079).

¿En qué se resumen los 10 mandamientos?

‘Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la Ley?’. Jesús le dijo: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento, el primero. Pero hay otro muy parecido: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40. Toda la Ley y los Profetas se fundamentan en estos dos mandamientos'” (Mt 22,36-40).

“Porque los mandamientos que dicen: ‘No cometas adulterio’, ‘No mates’, ‘No robes’, ‘No codicies’, y todos los demás mandamientos, se resumen en este precepto: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley” (Rm 13,9-10).

“Cuando le hacen la pregunta: ‘¿Cuál es el mandamiento mayor de la Ley?’ (Mt 22,36), Jesús responde: ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas’ (Mt 22,37-40; cf Dt 6,5; Lv 19,18). El Decálogo debe ser interpretado a la luz de este doble y único mandamiento de la caridad, plenitud de la Ley: ‘En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud’ (Rm 13, 9-10)” (CEC 2055).

‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el gran mandamiento.