SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE: “LA MISIONERA CELESTE DEL NUEVO MUNDO”

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“No se entristezca tu corazón” ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?”

Qué hermosas palabras de consuelo, pero sobre todo de confianza nos dejó nuestra Madre Santísima de Guadalupe en la persona de aquel indio San Juan Diego. Palabras que hasta hoy en día siguen aplicándose cuando con penas y aflicciones nos acercamos a pedir ante los pies de la Virgen morena.

Santa María de Guadalupe una madre que nos ama y que por amor se pone como intercesora ante su hijo para ayuda y consuelo de quienes, con fe y devoción, acudimos a ella. Es a ella a quien cada 12 de diciembre celebramos por todo lo alto, por haberse querido mostrar a todos como madre, como mediadora y como consuelo de un pueblo y ahora de naciones que la invocan.

Así también el pasado doce de diciembre los fieles devotos de nuestra Virgen morena nos reunimos a la una de la tarde para celebrar la Santa Misa, llamada popularmente la misa  de la bendición de las rosas, con la cual se concluyen los festejos del docenario realizado en honor de la Virgen de Guadalupe por parte de la parroquia de San Juan Bautista en San Juan de los Lagos.

La celebración solemnemente fue presidida por el señor cura Juan Martín González y concelebrada por el padre Gustavo padilla y el padre Ernesto González, quienes invitaron a dar gracias por todos los favores recibidos durante este año.

En la celebración además de la bendición de las rosas, también se llevó a cabo la bendición de tres campanas conocidas como esquilas, una de ellas fue dedicada a san Pedro Esqueda mártir nacido en tierras de San Juan de los Lagos, “que con su palabra y amor a Cristo Rey siga haciendo resonar los corazones de quienes habitamos en San Juan y nos convoque a evangelizar por medio de la catequesis”, mencionó el señor cura Juan Martín. La segunda campana se dedicó a santa María de Guadalupe, pidiendo que nos ayude a escuchar la palabra de su hijo que alimenta el cuerpo y alma, y  la tercera campana fue dedicada a San Juan Bautista, santo patrono de la parroquia, “para que su voz resuene siempre en nuestro corazón y nos invite a reparar todo lo torcido en nuestro interior que nos aparta del camino de Dios”.

En la homilía el padre Ernesto nos hizo reflexionar diciendo: “No ha hecho cosa semejante con ninguna otra nación de dejarnos el regalo hermoso de su imagen, somos privilegiados como nación, de donde o porque nos ama tanto la Virgen que nos dice como a san Juan Diego, te tengo aquí en mi regazo, ¿de verdad nosotros correspondemos a ese amor tan grande que ella nos tiene? Esa es la pregunta que tenemos que hacernos cada uno de nosotros en nuestro interior”; y nos invitó a tener a la Virgen morena siempre presente, encomendándonos bajo su amparo divino.

Al término de la celebración el señor cura Juan Martín agradeció a todas personas que colaboraron participando, ayudando y donando para la realización de las fiestas del docenario en honor de la Virgen de Guadalupe.