Desde hace varias semanas el equipo Diocesano de Pastoral trabaja a “toda máquina” en la elaboración de los textos que son presentados y reflexionados en la Asamblea Intermedia.

Sin embargo el a “toda máquina” no significa algo apresurado y superficial, sino: con todo el esfuerzo, dedicando tiempo para la reflexión, escuchando sugerencias y, sobre todo, dejando que sea el Espíritu Santo quien inspire el rumbo que Él quiera dar a esta Iglesia particular de San Juan de los Lagos.

En este contexto, reducir el VI Plan Diocesano de Pastoral al documento escrito, sería tanto como olvidar que son los valores, las actitudes, los anhelos y las esperanzas quienes, encarnados por cada persona, harán presente el Reino de los Cielos en esta porción del Pueblo de Dios.

La Asamblea Intermedia está siendo un momento de gracia, de comunión y de participación, que deberá tener resonancia en cada una de las comunidades de esta diócesis y, para ello, cada agente de pastoral – Obispo, presbíteros, religiosos y laicos – debe convertirse en animador del proceso de la pastoral organizada, con la conciencia de que Cristo nos llama a ser colaboradores activos en la instauración de los valores del Reino.

Los procesos de pastoral organizada presentan el reto de saber afrontar, con paciencia, los tiempos de escucha, dando a cambio, paso a la asimilación agradecida del pasado, la aceptación humilde del presente y la proyección esperanzadora del futuro.

No vamos lento, sino con tiento. El documento escrito no es la meta, sino un instrumento que, eso sí, debe ser realista y claro en su fundamentación, pero ante todo esperanzador en los rumbos que proponga como medios para que la gracia siga operando en el corazón de cada fiel y en cada persona de buena voluntad.

Si al ir a la Asamblea Intermedia, pudimos ir “llorando”, es momento de regresar a nuestras comunidades “cantando” cargando las gavillas, fruto de una cosecha que ha sido abundante.

Que lo que se vivió en esta Asamblea no termine allí, nos queda el compromiso de compartirlo y, sobre todo, hacerlo vida.

Los consejos de pastoral parroquial no deben olvidar que su tarea, como mecanismos de comunión y participación, es concretar en la realidad particular de cada comunidad, las mociones de esta Asamblea Intermedia, de modo que cada escenario de la vida personal y comunitaria se convierta en una oportunidad para reavivar el encuentro con Cristo.

Oremos a Santa María, Nuestra Señora de San Juan, para que ella, estrella de la mañana, vaya guiando nuestro caminar y anime nuestra esperanza.