Vientos nuevos

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El nuevo Plan de Diocesano de Pastoral, cuyo documento será entregado a la comunidad diocesana el próximo 25 de julio en una Eucaristía Solemne que se celebrará en la Casa de Pastoral Juan Pablo II, presenta un Organigrama Diocesano de Pastoral “a prueba”.

Así es, “a prueba”, es decir, no se presenta como algo ya definido, sino por definir. Esta particularidad es una de las justificaciones de que el primer año de vigencia del VI PDP esté auto referenciado: “Año del Plan Diocesano de Pastoral y del Despertar Católico”; sin embargo nada más lejos de la vanidad, es más bien un llamado al compromiso.

Ahora corresponde a las parroquias y demás organismos diocesanos – áreas, comisiones y vocalías – definir la estructura necesaria para que las conversiones y misiones pastorales que propone el VI PDP sean alcanzadas. A parte de dedicarse al conocimiento del documento VI PDP y a la asimilación de su mística, el primer año de vigencia del Plan, también tiene como objetivo que se defina, después de una seria reflexión pastoral y con el respaldo de haber probado creativamente diversas opciones, la estructura que mejor responda al cumplimiento del objetivo del VI PDP.

El documento del VI PDP, en su propuesta del organigrama diocesano de pastoral, deja al descubierto la conciencia de que la acción pastoral de la Iglesia está llamada a ser viva, dando a los diversos actores de la acción pastoral, la oportunidad de participar activamente, no solo como meros ejecutores, sino como verdaderos gestores de la pastoral organizada.

En base a lo anterior puede deducirse que tampoco se encontrará un manual de funciones y la tarea entonces se vuelve más abierta a la generosidad y la creatividad. Si bien es cierto que habrá un perfil de parroquia y del agente de pastoral, estos resaltan las cualidades y virtudes que se esperan sean realidad en la vida cotidiana de las personas y sus comunidades.

En las próximas ediciones de El Mensajero Diocesano, iremos analizando el documento del VI Plan Diocesano de Pastoral y, con la ayuda de algunas de las personas que estuvieron colaborando más de cerca en la dirección de los trabajos de elaboración, trataremos de ir más allá del mero documento, avizorando el espíritu de una diócesis que ha hecho de la pastoral organizada una opción para responder a la misión de la instauración del Reino de los Cielos.